En un fuerte gesto para el mundo, el presidente Alberto Fernández viajó ayer a Brasil para reunirse con el mandatario electo Luiz Inácio Lula Da Silva, felicitarlo y dar juntos un mensaje de unidad a la región.
Se trató de un gesto compartido, pues fue también el primer acto oficial como ganador del ballottage del líder del Partido de los Trabajadores (PT), que recibió a Fernández en el hotel Intercontinental de San Pablo, el mismo lugar donde anteanoche brindó su discurso de victoria. “Lula me dijo que la primera visita que hará será a la Argentina, me dijo que viajará antes de asumir y él sabe que Argentina es su casa”, dijo Fernández al salir de la reunión.
Fernández fue el primer mandatario extranjero en visitar a Lula luego del triunfo: mantuvieron primero una reunión a solas y luego almorzaron con los principales colaboradores de cada uno, proyectando la primera fotografía juntos para la región, que sirve como mensaje sobre la hoja de ruta que el brasileño seguirá a nivel internacional. En medio de la visita, Lula habló además por teléfono con los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de Francia, Emannuelle Macron, acompañado de Fernández.
Lula mantiene una relación de afecto con el presidente argentino, sobre todo por el gesto que tuvo al visitarlo en 2019, en plena campaña presidencial en su celda de Curitiba -estado de Paraná- donde estaba detenido por una condena que, como demostraría luego la Corte Suprema, estuvo manipulada por el ex juez Sérgio Moro, por lo que fue anulada.
“Sabiendo los momentos difíciles que le tocaron pasar, no quería pasar el día hoy, que es un día de reivindicación a un líder maravilloso que es Lula. Todo reencuentro son momentos muy buenos, muy provechosos, y ahora ya pudimos hablar del futuro más que del pasado, de lo que debemos encarar para adelante”, aseguró Fernández a la prensa.
“Con Lula compartimos una misma mirada con necesidad de integración con América Latina, de que los procesos electorales sean debidamente respetados y poder crecer como región”, explicó y destacó que “cuando a Brasil le va bien, inexorablemente le va bien a la Argentina”. Por tanto, subrayó que la asunción de Lula como presidente de Brasil el 1 de enero de 2023 “ayudará a volver a unir al continente”.
Ya en declaraciones a medios nacionales, Fernández resaltó también que la Argentina puede ser un importante proveedor de gas a Brasil a través de Vaca Muerta y que ambas naciones pueden abastecer de productos diversos a la región y al mundo. Además, sostuvo que Lula puede transformarse en un “activista” para que la Argentina ingrese al grupo de países del BRICS (Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica). “Tenemos una visión respecto a potenciar la industrialización, la sustitución de importaciones, abandonar el modelo de primarización que ha tenido el Mercosur y la región en este tiempo, y avanzar en encadenamientos productivos donde se agregue valor”, expresó a su vez el canciller Santiago Cafiero.