El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti, eludió una maniobra judicial del kirchnerismo y finalmente asumió ayer sus funciones como presidente del Consejo de la Magistratura, que por ahora funcionará sin los nuevos consejeros del Congreso.
Con la firma de tres de sus ministros, el máximo tribunal de justicia del país dispuso que la nueva Magistratura de veinte miembros comience a funcionar “de manera inmediata” y “según las pautas fijadas por el Tribunal en su sentencia firme del 16 de diciembre de 2021”.
Respecto de los nuevos miembros elegidos por jueces, abogados y académicos, la resolución que lleva la firma del mismo Rosatti más la de sus pares Juan Carlos Maqueda y Carlos Rosenkrantz, indica que se les deberá tomar juramento, un trámite de rigor que debe hacer la misma Corte. Esta decisión no es menor ya que en el fallo de diciembre pasado, que declaró inconstitucional la conformación del Consejo de trece integrantes que regía desde 2006, la Corte fijó un plazo de 120 días para ampliarla a veinte y dispuso que la asunción de los nuevos consejeros debía ser “conjunta y simultánea”.
Sin embargo, en la resolución de ayer y para salvar la ausencia de los dos miembros representantes del Senado y Diputados -cuyo ingreso fue judicializado por una cautelar interpuesta por un diputado del Frente de Todos-, la Corte argumentó que “resultaría inadmisible que la demora o el incumplimiento de ese deber legal por parte de alguno de los estamentos -cualquiera fuera el motivo- pudiera retrasar, frustrar o paralizar el funcionamiento de un órgano de rango constitucional”.
En el texto (que no fue firmado por Ricardo Lorenzetti) los cortesanos sostienen que “el Consejo de la Magistratura ha realizado en tiempo oportuno los actos necesarios para proceder a la nueva conformación del órgano”, por lo que consideran que están dadas las condiciones para que funcione con los consejeros designados hasta ahora, esto es, con 18 integrantes. Para ello, se determinó que el quórum para poder funcionar será de 12 miembros.
Con esta decisión, la Corte avanza en el cumplimiento de su acordada pese al fuerte cuestionamiento que sostienen desde el oficialismo, principalmente de la vicepresidenta Cristina Kirchner, que el domingo rechazó que Rosatti asuma la presidencia del órgano encargado de designar y remover jueces y lo acusó de integrar una “casta de la que nadie habla”.
Entre tanto, legisladores de Juntos por el Cambio pidieron al Alto Tribunal un “per saltum” para dejar sin efecto el fallo del juez federal de Paraná Daniel Alonso, que le impide a las Cámaras de Diputados y Senadores designar a los dos consejeros que restan para completar la formación del órgano. Horas más tarde, la Corte anuló la decisión del juez entrerriano, a quien reprobó por haber actuado “con ostensible ausencia de jurisdicción, creando sin fundamento alguno el título para justificar su competencia e irrumpir de manera absolutamente irregular en la ejecución de la sentencia firme dictada por este Tribunal”.
En la misma jornada, el bloque de diputados del Frente de Todos le reclamó al máximo tribunal que otorgue 90 días para poder discutir en la Cámara baja el proyecto de reforma de la Magistratura que tiene la aprobación del Senado, pero quedó trabado en Diputados. Una extensión que a esta altura ya resulta improbable.