La CTA Autónoma de Córdoba y la CGT Regional Córdoba coincidieron en cuestionar la eliminación del aislamiento a los contactos estrechos en el ámbito laboral dictada por el gobierno provincial, por considerar que antepone los intereses empresariales sobre la salud de los trabajadores. Para la CTA-A, se trata de “un beneficio para las patronales estatales y privadas a costa de la salud de los laburantes”.
En un comunicado de prensa, la entidad gremial señaló que “la deliberada política del Gobierno de (Juan) Schiaretti de negar la adopción de los recaudos imprescindibles para cuidar a los que nos cuidan, pese a la multiplicación de contagios en el ámbito de la salud; y su marcada permeabilidad a las imposiciones de la corporación patronal que no admite que el estallido de la pandemia en Córdoba haya determinado un alto ausentismo laboral y, por lo tanto, no está dispuesta a resignar ganancias aunque peligre la salud de los trabajadores, conforman un combo que preocupa y alarma”.
“El Covid 19 no es una gripe común como se empeñan en hacernos creer”, criticaron y abundaron: “La disposición del Gobierno responde únicamente a razones económicas para satisfacer la voracidad empresaria, lo confirma el hecho de que esta excepción es válida para el desempeño de la actividad laboral y no para actividades sociales, las cuales deben seguir el protocolo vigente de aislamiento por 10 días desde el contacto con el caso confirmado”.
A su turno, la secretaria general Adjunta de la CGT Córdoba, Ilda Bustos, interpretó que la modificación es motivada por “los grupos económicos concentrados”. En ese tono, la gremialista opinó que “existe por parte de las empresas una intención de optimización de ganancias y la salud pasa a un segundo plano”. Seguidamente, agregó: “Estamos complicados porque se siguió un criterio económico, no de salud pública”, fustigó y agregó que los gobiernos actuaron “apresuradamente por imposición del sector económico concentrado”, sostuvo.