El gobernador Martín Llaryora destacó el fin de semana pasado la aprobación de la ley de ficha limpia, que fue votada el viernes último casi por unanimidad en la Legislatura provincial e impide que los condenados por corrupción en dos instancias puedan ser candidatos o funcionarios de cualquiera de los tres poderes del Estado.
“Envío mis felicitaciones a los legisladores y legisladoras de Córdoba por la sanción de la ley de Ficha Limpia en nuestra provincia. Quiero reconocer también el trabajo de Gastón Marra en impulsar esa iniciativa en nuestro país”, señaló el mandatario provincial. Y agregó: “El proyecto superador que fue sancionado en Córdoba impide que personas condenadas en segunda instancia por delitos dolosos con penas privativas de la libertad puedan ser candidatas a cargos electivos o ejercer funciones públicas”.
La ley de ficha limpia fue consensuada entre el oficialismo y la oposición y sólo hubo dos legisladores que se negaron a aprobarla: Luciana Echevarría, del MST, votó en contra, y Federico Alesandri, del kirchnerismo, se abstuvo.
La votación en Córdoba se produjo pocas semanas después de que un proyecto similar, pero menos restrictivo porque sólo impedía a los condenados por corrupción integrar las listas pero no planteaba nada sobre el resto de los poderes del Estado, fracasara a nivel nacional. Entonces, el peronismo cordobés denunció que había un pacto entre el kirchnerismo y La Libertad Avanza para bloquear la iniciativa.
En Córdoba no sólo avanzó, sino que obtuvo el voto favorable del peronismo, el radicalismo, el Frente Cívico, el Pro y Encuentro Vecinal, entre otras bancadas.
“Esta norma promueve la ética, la transparencia y garantiza que quienes aspiran al servicio público cumplan con los más altos estándares de integridad”, indicó el Gobernador desde la red social X.
Pero además remarcó la diferencia que existió entre el proceso provincial y lo que ocurrió a nivel nacional con la ficha limpia. “La aprobación de la ley de Ficha Limpia es fruto del diálogo, la colaboración y los consensos entre diferentes fuerzas políticas, mostrando que en Córdoba podemos trabajar juntos más allá de las diferencias partidarias”, manifestó Llaryora, que sin nombrarlo se diferenció así del estilo confrontativo que ejerce el presidente Javier Milei a nivel nacional.
Para Llaryora, la ficha limpia es además una oportunidad de posicionarse a nivel nacional como un gobernante que promueve cambios en la política. “De esta manera, nuestra provincia lidera el cambio hacia una política más justa, honesta y representativa. ¡Un logro de todos los cordobeses!”, manifestó el Gobernador.
El mandatario provincial viene sosteniendo un discurso que apunta a diferenciar su estilo de gestión y de conducción del que representa Milei. Además, postula un modelo distinto de país, donde no sólo cierren los números, sino que además considere el factor productivo para impulsar el desarrollo y generar empleo, informó el diario Puntal de Río Cuarto.
Llaryora ha planteado esa diferenciación en algunos ejes centrales como, por ejemplo, en la necesidad de impulsar medidas que contribuyan a reactivar la actividad de los sectores productivos. En ese tema, casi no tiene puntos de contacto con Milei.
Pero el hecho de que en Córdoba una franja importante de la población apoye las medidas del Presidente, obliga a Llaryora a buscar un equilibrio entre el acompañamiento y la crítica. Por ejemplo, el Gobernador viene elogiando la baja de la inflación y la permanencia del superávit fiscal. Es más, remarca que el equilibrio de las cuentas es un bien que el gobierno cordobés viene resguardando desde hace más de dos décadas.
A la vez que destaca esos aspectos, Llaryora apareció en las últimas semanas no solamente cuestionando la falta de una política productiva sino que se alineó con la Iglesia para criticar de manera frontal al gobierno nacional por restringir la cobertura de medicamentos a los jubilados del Pami. Ahora, ficha limpia es otro motivo de diferenciación, aunque no confrontativo.