Dos referentes del Gobierno nacional intentaron ayer rebajar la tensión interna de la coalición de Gobierno pero cada vez más expuesta en Casa Rosada. Incluso, un tercer jugador volvió a lanzar frases desafiantes al propio seno del Ejecutivo. Por un lado, el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, aseguró que desde el Frente de Todos (FdT) “todos trabajan para el éxito del presidente Alberto Fernández” y acusó a la oposición de “querer limar al Gobierno y desgastar la figura presidencial”, pues “ya está mirando al 2023, lo cual es un error porque este no es un año electoral”. El líder del Frente Renovador insistió luego en la necesidad de que todas las fuerzas políticas trabajen para salir de la crisis”.
Sobre la idea del senador radical Alfredo Cornejo de convocar a una Asamblea Legislativa, Massa dijo que le pareció “un delirio”. “Hay un sector de la oposición, no de todos, por limar al Gobierno, a la autoridad del Presidente, y en todo caso hacer leña del árbol caído por un debate que tuvimos” en el oficialismo.
Sobre la grieta interna que atraviesan las máximas autoridades del FdT también se refirió ayer el jefe de Gabinete, Juan Manzur, que intentó poner paños fríos, tanto sobre la discusión oficialista como sobre el futuro de la economía nacional. Así, el tucumano minimizó el posible impacto que puede generar en las elecciones de 2023 la división dentro de la coalición que estalló con más fuerza tras la aprobación en el Congreso del acuerdo con el FMI, con al aval de los referentes cercanos al Presidente y el rechazo por parte del kirchnerismo.
“Esperemos que las diferencias (entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner) se resuelvan a la brevedad”, aseguró el funcionario a un medio tucumano. Luego, consultado sobre una eventual asamblea legislativa si la situación económica deriva en una crisis de gobernabilidad, respondió: “No hay probabilidades de que eso ocurra”.
En otro tono, durante un acto sindical de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el diputado Máximo Kirchner exigió por la “unidad”, pero volvió a desafiar a la administración de Fernández por cerrar el acuerdo con el FMI. “Nadie más que nosotros y nosotras queremos la unidad”, dijo el ex titular del FdT en la Cámara baja, para luego advertir sobre la grave situación social y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios. “¿Quién se está quedando con lo que cobraba un trabajador en 2015?”, preguntó. Para ello, graficó que un trabajador metalúrgico “ganaba unos 2.000 dólares a fines de 2015” y que hoy “gana 900”.
Señales de tregua entre Fernández y Moyano
El presidente Alberto Fernández y el cotitular de la CGT y secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, se reunieron ayer para almorzar en la Casa Rosada, en medio de la interna de la central y del oficialismo.
Según fuentes oficiales, se trató de un buen encuentro, interpretado como un respaldo de Moyano a la gestión del Gobierno y una forma de bajarle el tono a la pelea dentro de la central trabajadora.
El líder Camionero se había diferenciado en las últimas semanas de sus pares de la CGT, Héctor Daer y Carlos Acuña, y había lanzado advertencias al Ejecutivo nacional sobre salir a la calle ante posibles ajustes que podría provocar el acuerdo alcanzado con el FMI.
Además, Pablo Moyano se había mostrado la semana pasada con el jefe de La Cámpora y diputado nacional, Máximo Kirchner, uno de los principales críticos de Fernández dentro de la coalición en el plano económico.