El partido Hacemos Unidos por Córdoba lanzó oficialmente su campaña para la elección del Ejecutivo municipal.
Cabe remarcar que Daniel Passerini, actual viceintendente y candidato a la alcaldía, cuenta con el respaldo del recién elegido gobernador Martín Llaryora en unos comicios que se pronostican más complicados para el oficialismo en comparación con la elección para gobernador.
Durante el evento, se presentó un jingle pegadizo para promocionar la candidatura de Passerini junto a Llaryora. Luego, Javier Pretto, compañero de fórmula de Passerini, fue el primer orador y se destacó la estrategia de incluir figuras extrapartidarias en la campaña.
La responsabilidad de gestionar #Córdoba la honramos rindiendo cuentas sobre lo que hicimos en estos 3 años y medio.
Presentamos a las y los vecinos las transformaciones de la capital y cómo administramos @municba para que tenga el mayor frente de obras de toda su historia. pic.twitter.com/wb6SeKuvLI— Daniel Passerini (@PasseriniOk) June 29, 2023
En este marco, Llaryora agradeció a los vecinos y enfatizó la intención de convertir a Córdoba en una de las ciudades más destacadas de Latinoamérica, en contraste sarcástico con el slogan de la campaña de De Loredo. El gobernador electo ha tenido éxito en el distrito capital y las obras en la ciudad son un enfoque central de la campaña.
A su vez, Passerini abordó el tema de la droga y el narcotráfico, prometiendo implementar una fuerza policial municipal si es elegido. La elección del próximo intendente se revelará el 23 de julio, y aunque Rodrigo de Loredo de Juntos por el Cambio es considerado favorito en algunas encuestas, los resultados son inciertos.
La coalición liderada por Llaryora obtuvo su victoria principalmente en los centros urbanos, mientras que los distritos tradicionalmente afines al peronismo presentan un desafío.
De este modo, el partido Hacemos Unidos por Córdoba cree que la buena aprobación de la gestión oficial en la capital se traducirá en votos para Passerini, pero la campaña profesional de De Loredo no permite dar por ganada la elección.
Ahora, la misión del oficialismo se centra en la supuesta necesidad de mantener administraciones de la misma afiliación política en la provincia y el municipio para evitar conflictos perjudiciales para los vecinos.