El fiscal federal Carlos Rívolo, que investiga el caso de los seguros, pidió hoy que del teléfono de Alberto Fernández se extraigan los registros de las comunicaciones que puedan ser útiles como prueba para esa causa.
El aparato había sido secuestrado el viernes pasado en el marco de la causa por violencia de género contra Fabiola Yañez. Lo había dispuesto el juez federal Julián Ercolini para investigar si, tal como sostuvo Yañez, el ex presidente la siguió hostigando a pesar de que existía una orden judicial que le prohibía establecer contacto con ella.
En este sentido, el peritaje del celular debía concentrarse exclusivamente en los días que fueron desde la declaración judicial de Yañez, cuando se dispusieron las medidas de restricción para Fernández, hasta el viernes en el que se le incautó el aparato.
Con este pedido de Rívolo, el rango de relevamiento se ampliaría no sólo temáticamente sino también temporalmente porque el objetivo original del secuestro del teléfono era revisar menos de una semana de comunicaciones y, si el juez hace lugar al planteo del fiscal, se revisarán años de comunicaciones.
En su presentación ante el Ercolini (que es el juez de las dos causas contra Fernández), Rívolo manifestó: “Independientemente de los límites con los que V.S eventualmente ordene el análisis de la información que pueda llegar a obtenerse de esos dispositivos y su posterior inclusión en el expediente mencionado y, teniendo en cuenta que las herramientas técnicas usualmente utilizadas para realizar este tipo de extracciones no admiten limitación, sino que extraen la totalidad del contenido de los dispositivos; es que vengo por medio del presente a requerir a V.S que, ante la posibilidad de que al momento de efectuarse el análisis y evaluación sobre toda esa información extraída de esos dispositivos, V.S constate la existencia de elementos que sean de interés para la presente causa en la que se encuentra investigado el nombrado, se agreguen como prueba en estas actuaciones”.
Cuando los peritos de la Policía Federal abren un teléfono para buscar comunicaciones bajan el contenido completo del aparato, y es el juez el que toma lo que resulta de interés para la causa en la que ordenó el peritaje. Si Ercolini hace lugar a lo pedido por Rívolo, serán ahora dos las causas a las que se sumará como prueba el contenido del celular del ex presidente. Podría darse incluso el caso, como pasó con el teléfono de María Cantero, de que se encuentre información sobre otros posibles delitos. Si eso sucediera, debería abrirse otro expediente nuevo y enviarse a sorteo para que otro juez lo investigue.
El secuestro el viernes pasado del teléfono del ex presidente generó enojo y preocupación en gente del entorno de Fernández por lo que pueda surgir del dispositivo, tanto en el plano personal como en el profesional. Hay quienes sospechan que puede derivar en un “tsunami” de nuevas causas.