Las nuevas medidas dispuestas por el gobierno de Javier Milei en materia de derechos de exportación implicará la salida de US$ 3.500 millones desde Córdoba hacia la Nación. Es el equivalente a tres veces el costo de los gasoductos troncales que llevó adelante la gestión de Juan Schiaretti.
Es la consecuencia de lo establecido, más el incremento reciente en las alícuotas que recaen sobre el maíz, el maní y la carne básicamente; a eso se le suman los cambios en el complejo sojero. Vale recordar que la primera decisión fue aplicarles retenciones a todas las exportaciones, de cualquier origen y actividad, con una alícuota del 15% y mantener la del poroto de soja en 33%. Eso impactaba de lleno en las economías regionales que rápidamente alzaron la voz para alertar sobre las severas consecuencias.
Las gremiales del campo se reunieron entonces con el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, y le trasladaron esa preocupación y el rechazo a la medida. A las pocas horas se dio marcha atrás con casi 20 economías regionales, que quedaron al margen del aumento de impuestos.
Como contrapartida, apareció sobre la mesa un alza del 31% al 33% en la alícuota del aceite y la harina de soja, que compensará con creces los ingresos del Estado por liberar a producciones más marginales. Entre las beneficiarias de la alícuota cero se incluyó la lechería, algo que se celebró en Córdoba.
Sin embargo, del otro lado quedó el maní, una de las economías regionales más potentes de la provincia y que por ahora mantiene el 15% dispuesto por Economía. Significará, para esa cadena de valor, unos 150 millones de dólares que le va a transferir a las arcas nacionales el próximo año y que no quedarán mayormente a la vera de la ruta 158, reveló ayer en un informe el diario Puntal de Río Cuarto.
De hecho, la Cámara Argentina del Maní destacó que esa economía regional realiza “el proceso industrial en más de 30 localidades, constituyendo la base principal del empleo de estos pueblos (12.000 puestos de trabajo directos e indirectos)”.
Y agregó que “tratándose de una economía regional fuertemente orientada a la exportación (más del 90% de las ventas son en el exterior), el maní mantiene la necesidad vital de ser exento de impuestos como los derechos de exportación y otros, que constituyen un grave obstáculo a su competitividad internacional y tienen solamente un fundamento de recaudación y no de control o regulador de precios del mercado interno”, explicaron.
Pero sumado a esto, a Córdoba también le afectará de manera decisiva lo que ocurre con el maíz, ya que es la principal productora de ese cereal en el país. Esos tres puntos adicionales que tendrá de carga tributaria y que lo lleva de 12% a 15% implicarán cientos de millones de dólares adicionales sobre una producción que podría volver a ubicarse en torno a las 20 millones de toneladas si las condiciones climáticas terminan acompañando como hasta ahora.