El Tribunal Superior de Justicia de la provincia ordenó “reinstalar” a Rubén Daniele como empleado de la Municipalidad de Córdoba, en un largo proceso que siempre le dio la razón al histórico dirigente: el decreto con el que el ex intendente Ramón Mestre anunció la jubilación de Daniele en 2017 fue nulo.
En lo político, la restitución del estado municipal le permitirá a Daniele buscar una vez más ser secretario General del Sindicato Unión Obreros y Empleados Municipales (Suoem). En lo judicial, el fallo saca del limbo a Daniele, quien durante casi cuatro años no fue ni empleado ni jubilado.
Notificado de dicha resolución del Alto Cuerpo, Daniele realizó una primera aclaración: pese a no haber sido empleado ni jubilado, el sindicato le pagó su salario por licencia gremial, por lo que no habrá un reclamo hacia la Municipalidad. “Toda la vida el gremio pagó las licencias gremiales, así que acá no hay salarios caídos ni nada”, dijo Daniele en diálogo con el periodista Juan Manuel González.
La sala Laboral del Superior Tribunal convalidó dos fallos, de primera instancia y de la Cámara, que anularon el “estado jubilatorio” impuesto a Daniele por parte del ex intendente Mestre, cuando el líder sindical gozaba de tutela sindical. Féliz López Amaya, el abogado del Suoem en este largo litigio, sostuvo que “Daniele se ganó el derecho a ser un trabajador activo del municipio, y este fallo lo pone en ese camino”.
Vale recordar que Daniele fue “jubilado” dos veces por Mestre: en 2017 y en 2019, cuando el primer decreto de jubilación caminaba hacia el paredón legal con el que chocó. “Quisieron hacer política conmigo con un disparate jurídico, con una aventura legal: no reconocer la tutela sindical”, expresó Daniele, refiriéndose a la gestión que encabezó Ramón Mestre. “El TSJ termina con el limbo en el que estaba Daniele, un hibrido: nunca fue jubilado, porque nunca se hizo el trámite ante la Caja de Jubilaciones, pero tampoco era activo”, detalló López Amaya.
En tanto, Daniele y su abogado esperan ver qué hará la administración de Martín Llaryora: si apela, si espera un fallo de la Cámara en lo Contencioso Administrativo en un juicio conexo, o si dicta el acto administrativo y lo reincorpora.“Estoy bien, estoy con pilas y tengo. Mi idea es presentarme a un último período como secretario
General. No sólo por mí, sino para poner las cosas en su lugar: no puede la patronal inmiscuirse en la vida de los gremios”, adelantó Daniele, confirmando que aspira a encabezar una vez más el Suoem.
En los hechos, el caudillo jamás dejó de ser central en la vida gremial: encabezó asambleas y fue sentado ante Llaryora cuando las negociaciones salariales se empantanaron. Aseguró en la víspera que hay “cosas importantes” para las que luchar, pero no mostró las cartas, aunque éstas están sobre la mesa: sumas en negro y quita de horas, son las conocidas públicamente.
El calendario también empieza a jugar su propio partido: el Suoem debe llamar a elecciones “sí o sí” antes del 10 de enero, con un cierre de listas en los primeros días de marzo, y comicios en la primera quincena de abril, para que la nueva conducción asuma después del 20 de mayo de 2022.