El dengue dejó de ser un problema exclusivo de las zonas tropicales y hoy representa un desafío sanitario en todo el continente, incluyendo regiones que antes no presentaban riesgo.
El mosquito Aedes aegypti, transmisor de la enfermedad, se adaptó a nuevos ambientes y amplió su período de actividad: ya no es solo una amenaza de verano, sino una presencia constante en gran parte de la Argentina.
Dengue: datos alarmantes en la región
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en 2024 se registraron más de 12,6 millones de casos de dengue en América Latina, casi el triple que en 2023.
Más de 21.000 casos fueron graves y se contabilizaron 7.700 muertes. Brasil, Argentina, Colombia y México concentran la mayoría de los contagios.
“El Aedes aegypti necesita muy poco para reproducirse: apenas unas gotas de agua estancada y algo de calor. El cambio climático le da cada vez más margen para proliferar y mantenerse activo durante todo el año. Por eso, no podemos bajar la guardia”, advirtió el médico infectólogo Rodolfo Luján.

El virus se transmite únicamente por la picadura del mosquito infectado, que se cría en recipientes con agua estancada —como tanques, macetas, canaletas tapadas o bebederos de mascotas— y se multiplica en climas cálidos y húmedos.
Las medidas de prevención más importantes incluyen:
-
Eliminar criaderos de mosquitos en el hogar y espacios comunes.
-
Usar repelente de manera frecuente.
-
Colocar mallas o telas mosquiteras en ventanas y puertas.
-
Vestir ropa clara y de manga larga en zonas de riesgo.
“No se trata solo de una cuestión individual. Cada criadero eliminado es una barrera más contra el dengue en la comunidad. La prevención debe ser una responsabilidad compartida entre ciudadanos, autoridades sanitarias e instituciones”, concluyó Luján.
Fuente: Noticias Argentinas.