Autoridades del Ministerio de Salud de la Provincia informaron ayer que desde el 28 de julio del año pasado hasta la víspera se confirmaron 526 casos de dengue. En este sentido, precisaron que se registraron 230 casos en nuestra ciudad, de los cuales 206 son autóctonos y 24 son importados. Mientras que en el interior cordobés hubo 296 casos: 247 autóctonos y 49 importados. Desde la cartera sanitaria también reportaron el fallecimiento de dos personas adultas mayores. En tanto, aclararon que no se registraron casos de chikungunya ni zika. Por su parte, los referentes gubernamentales revelaron que hay un brote de casos de dengue en Serrezuela, Cruz del Eje, Villa de Soto y San Francisco.
A su turno, en Marull, durante la última semana no se registraron nuevos casos y descendieron las cifras. Los decesos por el virus se reportaron en el interior provincial y son de pacientes de edad avanzada, uno de ellos con antecedentes de enfermedades crónicas. El hombre de 87 años fue derivado de Marull a un sanatorio en Balnearia. La otra paciente, de 83 años, presentaba síntomas de fiebre, cefalea y otros propios de la enfermedad, por lo que de Balnearia fue derivada a un sanatorio de Arroyito.
En febrero, 34 de cada 100 viviendas poseían al menos un recipiente con larvas de aedes aegypti
Frente a este cuadro de situación, las autoridades sanitarias insistieron en la necesidad de fortalecer la vigilancia epidemiológica y no descuidar la problemática del dengue. Sobre el particular, el ministro de Salud de Córdoba, Diego Cardozo, afirmó en una conferencia de prensa que sabíamos que marzo iba a ser un mes difícil debido a las condiciones del cambio climático y ambientales que favorecen la circulación del mosquito, que es domiciliario y se alimenta de sangre humana”. Finalmente, el programa de Zoonosis también informó los resultados del quinto monitoreo larvario de esta temporada, realizado en febrero pasado.
Allí, registró un índice de vivienda de 34 puntos, es decir, 34 de cada 100 viviendas visitadas poseían al menos un recipiente con larvas de aedes aegypti. Este valor indica un nivel alto de riesgo de transmisión viral. Cabe agregar que el 97,8% de las viviendas visitadas poseían potenciales criaderos de mosquitos. De ese porcentaje, el 38,8% registró presencia de al menos un reservorio con agua que contenía larvas de mosquitos. Los objetos en los que se encontraron larvas con mayor frecuencia fueron los recipientes con plantas.