El gobierno de Córdoba se apresta a avanzar hacia un esquema de mayor presencialidad en las escuelas a partir de mañana, aunque dejaría en libertad a cada institución para su aplicación progresiva, conforme a la cantidad de alumnado y al espacio físico del que dispongan. De esta manera, se sumaría a lo ya consensuado a nivel nacional sobre la mayor apertura en los establecimientos de todo el país.
La información no fue confirmada de manera oficial, pero el Ministerio de Educación la daría a conocer en las próximas horas. No van a exigir a nadie y van a permitir a todos, y que cada uno se acomode a su realidad”, anticipó una fuente cercana a la cartera educativa provincial.
El Consejo Federal de Educación aprobó cambios en el protocolo para lograr la presencialidad plena. Es decir, que habría mayor presencia de alumnos y regreso a una única burbuja en aquellas escuelas que tengan las condiciones edilicias necesarias para cumplir con los protocolos, que se actualizarán a la nueva realidad. Algunos directivos de escuelas estatales se mostraron preocupados por la organización de los espacios y los tiempos porque, hasta ahora, se desconoce si se sumarán más horas de clase, a las cinco presenciales actuales, reveló la periodista Mariana Otero.
La ampliación de la jornada escolar fue autorizada, hace 20 días, en cursos o grados que por su capacidad edilicia o la cantidad de estudiantes pudieran garantizar la aplicación de los protocolos vigentes. La medida, en general, se aplicó en los últimos grados o años de fin de cada nivel en algunos establecimientos. Por su parte, los colegios privados de doble jornada volvieron a la normalidad prepandémica la semana pasada. Los parroquiales anticiparon que, si reúnen las condiciones, avanzarán en la implementación.
Posibles cambios
En su última reunión, el Consejo Federal de Educación (CFE) propuso la semana pasada una serie de cambios en los protocolos en virtud de la mejora de los indicadores epidemiológicos, el avance en el proceso de vacunación y el aumento de la temperatura, en el final del invierno.
La resolución del CFE plantea la necesidad de intensificar la presencialidad escolar sin renunciar al cuidado de la salud y pone énfasis en la flexibilización del distanciamiento físico, siempre y cuando se incrementen el resto de las medidas de cuidado (barbijos, limpieza, ventilación).
Sobre esta base, las provincias pueden implementar otras medidas, que están discutiendo en este momento en los despachos ministeriales. La distancia entre alumnos podrá ser de 90 centímetros (hoy es 1,5 metros), con incremento de la ventilación en clases. También de manera excepcional (sectores de bajo riesgo epidemológico y con adecuada cobertura de vacunas), la distancia podría ser aún menor.
En los casos de distancias interpersonales pequeñas, se deberán agregar estrategias preventivas adicionales: testeos en la comunidad escolar (semanales y aleatorios al 10 por ciento de la población escolar), el uso de doble y triple barbijo, asegurar que la superficie mínima por estudiante en el aula sea de un metro cuadrado, realizar el rastreo de contactos en el caso de aparición de síntomas y la utilización de medidores de CO2, entre otras. En los comedores, la distancia no podría ser menor a los dos metros.