Mientras muchas veces se discute sobre cómo combatir la exclusión social de los jóvenes en contextos vulnerables, en Salta hay ejemplos concretos de que la educación técnica puede ser parte de la solución. En el Centro de Formación Profesional “San José”, parte del histórico Colegio Salesiano Ángel Zerda, jóvenes como Gloria, Carlos, Cristian, Gabriel y Karina están encontrando caminos hacia la autonomía económica y el desarrollo personal, gracias a la capacitación en oficios.
En un país donde el acceso al empleo formal sigue siendo un desafío para miles de jóvenes, las historias que nacen desde esta escuela salesiana revelan un modelo que funciona: enseñar oficios con alta demanda laboral, acompañar con valores y confianza, y conectar esa formación con oportunidades reales en el territorio.
Muralismo que transforma
Gloria y Carlos son de Campo Quijano, una localidad cercana a la capital salteña. Allí, luego de completar el curso de restauración y pintura de obras, decidieron no esperar una oportunidad, sino crearla. Lanzaron su propio emprendimiento de muralismo urbano, embelleciendo paredes, plazas y edificios de su comunidad con obras coloridas que no solo dan trabajo, sino también identidad al lugar que habitan.
“Pintar es más que un oficio para nosotros, es una forma de expresarnos y dejar una huella en nuestro pueblo”, cuenta Gloria. El empujón inicial lo recibieron en el taller que dicta la profesora y arquitecta Adriana Cuéllar, pero el compromiso, el talento y la iniciativa fueron enteramente suyos.

Cooperativismo joven en construcción
Otra historia que refleja cómo la capacitación puede convertirse en una salida concreta es la de Cristian, Gabriel y Karina. Tras formarse en distintos cursos del Centro San José, entre ellos, el de construcción en seco, decidieron asociarse y formaron una cooperativa de trabajo. Hoy, se dedican a realizar obras en viviendas, comercios y oficinas, con un enfoque sostenible y organizados como un equipo profesional.
“Cada uno aporta lo que sabe: uno es muy bueno con las manos, otro con los planos, y otra con la parte de presupuestos y administración. Juntos hacemos que funcione”, asegura Gabriel.
Formación con impacto real
El Centro de Formación Profesional “San José” recibe cada año a decenas de jóvenes provenientes de barrios periféricos de Salta y localidades cercanas como Vaqueros, San Lorenzo y La Caldera. Muchos de ellos no terminaron el secundario, pero en este espacio encuentran una segunda oportunidad de insertarse en un mercado que necesita trabajadores capacitados.

Los cursos incluyen instalación sanitaria, electricidad domiciliaria e industrial, pintura de obra, construcción en seco y, recientemente, sistemas de energía solar fotovoltaica. Además de lo técnico, el enfoque pedagógico salesiano promueve el desarrollo integral: valores, respeto, comunidad.