Una gran conmoción política generó en nuestra provincia el ataque que sufrió en la madrugada de ayer el intendente interino de San Francisco, el peronista Damián Javier Bernarte, después de recibir un disparo a quemarropa a la salida de una fiesta privada por el Día del Bancario, que se realizó en el Superdomo del centro de dicha ciudad.
Por este hecho, el jefe municipal se encontraba anoche, al cierre de esta edición, internado en la terapia intensiva del Hospital Iturraspe, con pronóstico reservado. La agresión que sufrió Bernarte le provocó lesiones y perforaciones en la región baja del abdomen, lo que derivó en la pérdida de uno de sus riñones. Fue operado y permanece con respiración asistida.
Tras tomar conocimiento sobre este acontecimiento, uno de los primeros en pronunciarse públicamente fue el intendente Martín Llaryora, quien también ejerció ese mismo cargo en la localidad sanfrancisqueña entre los años 2007 y 2013. “Mi acompañamiento a Damián y a toda su familia en este tremendo momento que están atravesando. Deseo su pronta recuperación y que la Justicia esclarezca rápidamente lo sucedido”, expresó Llaryora a través de sus redes.
Como se recordará, Bernarte reemplaza desde diciembre del año pasado en el Ejecutivo Municipal de la mencionada ciudad al diputado nacional del bloque Córdoba Federal, Ignacio García Aresca, quien es una de las espadas de Llaryora en su construcción para las elecciones provinciales de 2023.
A su turno, el gobernador Juan Schiaretti manifestó su “solidaridad con Damián Bernarte, intendente de San Francisco”, deseándole “una pronta recuperación ante tan repudiable hecho”.
Por su parte, el fiscal de Delitos Complejos de San Francisco, Bernardo Alberione, ordenó la liberación de Renzo Lucato, el joven de 27 años que fue el primer detenido luego de la agresión a Bernarte. El funcionario judicial adoptó esa determinación al no contar por el momento con elementos para mantenerlo encerrado. De todos modos, el padre de este joven, Carlos Dante Lucato, quien fue aprehendido horas más tarde, seguirá detenido y se lo imputará como supuesto autor de tentativa de homicidio calificado.
A media mañana de ayer, y tras la detención del principal sospechoso, desde el Gobierno, la Policía y la Justicia descartaron que el móvil haya sido una cuestión política o que se tratare de un hecho de inseguridad ciudadana. La principal sospecha se dirige a una venganza personal por motivos privados. La esposa del único detenido trabaja en el municipio de San Francisco, reveló en un informe el diario La Voz del Interior.