A 49 años del golpe de Estado de 1976, el médico, pintor y escritor Gustavo Vaca Narvaja recordó las atrocidades de la dictadura y reflexionó sobre la importancia de que las nuevas generaciones comprendan la magnitud de lo ocurrido.
Víctima del Terrorismo de Estado, con su padre y hermano asesinados por el genocida Luciano Benjamín Menendez, Vaca Narvaja también compartió cómo, junto a su familia, logró sobrevivir gracias al exilio en México.
En una charla con HOY DÍA CÓRDOBA, Gustavo relató las cicatrices que aún persisten, no solo en su familia, sino en toda una sociedad. En la conversación, se abordó la complicidad de diversos sectores durante la dictadura, el programa económico que hoy vuelve a implementarse y la urgente necesidad de que los jóvenes conozcan la historia. También sobre las condiciones actuales y el peligro de la desinformación, el olvido y la negación del Terrorismo de Estado en la Argentina.
Jorge Vasalo: Se están cumpliendo 49 años ya del siniestro, minoso golpe del año 76. El terrorismo de Estado comenzó tiempo antes con la AAA, el Comando Libertadores de América, aquí en Córdoba. Y claro, cuando le decimos a nuestros jóvenes que en Argentina, en aquella época, funcionaron 400 campos de concentración, nos miran con una incredulidad impresionante, porque no pueden creer que en Argentina haya habido un solo campo de concentración. Pero hubieron 400 campos de concentración, de todo tamaño, en diferentes lugares. Gustavo, se están cumpliendo casi 50 años. ¿Qué increible no?
Gustavo Vaca Narvaja: Sí, curiosamente estamos hablando de cómo se inicia el 24 de marzo, y al frente tengo (puesto que recuerda la Guerra de Malvinas, entre Obispo Trejo y el pasaje Santa Catalina) cómo se termina, que es el 2 de abril, cuando la Argentina se lanza a las Malvinas, y justamente acá tenemos compañeros que están trabajando por la memoria de las Malvinas, que fue prácticamente el certificado de defunción de esa aventura bélica que desesperadamente lanzó la Junta Militar, porque ya no tenía opción, ya estaba cayendo.
Pero el 24 de marzo, yo creo que lo más importante para nosotros, que ya estamos en edades distintas y cercanos al final, es tratar de llamarles la atención a los jóvenes que hoy en día no tienen una lectura como la que teníamos nosotros en nuestra época, que no existía tanta tecnología, y había muchos libros, revistas y comunicación escrita. Es importante que se interioricen de lo que fue realmente, que fue una destrucción de la persona en 400 campos de concentración. Nosotros teníamos varios acá, y tuvimos la oportunidad de estar en los juicios de la UP1 y La Perla, en 560/70 testimonios, donde la gente por primera vez podía bajar y contar las barbaridades y las brutalidades que habían sufrido.
J.V: Gustavo, aquellos que mataron, secuestraron, violaron, robaron, no fueron solos ellos, ¿verdad? Tuvieron muchos cómplices.
G.V.N: No solamente cómplices, sino copartícipes, porque la Iglesia estuvo comprometida, las fuerzas económicas estuvieron comprometidas, los distintos sectores incluso empresariales entregaron gente, entregaron trabajadores. Es decir, no fue un golpe militar, fue un golpe cívico, militar, eclesiástico y empresarial. Hay una complicidad que todavía no se ha podido determinar al final. Por ejemplo, el caso de Jujuy, que (Carlos Pedro) Blaquier, por ejemplo, murió antes de ser prácticamente llevado a la justicia. Pero tenemos ahora también datos positivos de la complicidad del Poder Judicial.
J.V: Ahora, Gustavo, hicieron todas aquellas atrocidades para implementar claramente un programa social y económico. Han pasado casi 50 años y vemos a Caputo, a Sturzenegger, a Milei y a Macri.
G.V.N: Son los mismos y es una burla, es una burla, porque la pasividad que tiene la Argentina en este momento es aceptar la burla, porque Caputo, Macri, Martínez de Hoz, tenían el mismo programa. Uno con armas, el otro con armas tecnológicas, que hoy son los medios, que son las armas más poderosas que pueden tener hoy los golpes de Estado, que ya no se necesitan, sino que son golpes al cerebro de los ciudadanos que lo destruyen, lo vacían, lo deterioran y eso es lo más peligroso.
J.V: ¿Te asusta que los más chicos estén con tan poca información, que haya tanta mentira, tanta confusión? ¿Están volviendo los Dos Demonios? Bueno, lo que ha pasado hace algunos días en el predio de la ESMA. Tenemos un presidente y una vicepresidenta que reivindican el terrorismo de Estado, el robo de niños.
G.V.N: Reivindican todo y ayer o antes de ayer, la prohibición que le hicieron a Milo J en el aniversario que se estaba haciendo en la ESMA, te lo demuestra. Mandaron los blindados de la policía para desaparecer un cantante con 20.000 chicos de entre 14 a 17 años que iban a escuchar música y también canciones de protesta, porque el rapero tiene esa particularidad.
J.V: Gustavo, estamos como sociedad, después de todos los juicios, después de las marchas del 24 de marzo, después de toda la lucha, ¿estamos en mejores condiciones de pelearle a esto que cuando ustedes tuvieron que hacerle frente a esa dictadura del 76?
G.V.N: Es muy distinto, es muy distinto. En la época nuestra la información, la posibilidad de transmitirnos, la forma de encontrarnos o de pelearla era distinto. Hoy estamos absolutamente limitados en cuanto a la información. Yo no los culpo a los chicos de no leer, sino que han destruido toda esa posibilidad. Hoy tenemos el 85%, 90% de los medios que siguen una orden del día, como decían los militares, de qué es lo que deben decir y qué es lo que deben hacer en las 24 horas. Es decir, hay una destrucción muy importante de nuestra cultura, de nuestra historia, y sobre todo se está tratando de recrear la teoría de los Dos Demonios, olvidando que el Terrorismo de Estado no se puede comparar con la resistencia que está contemplada en la Constitución.
J.V: En el mismo momento que se estaba produciendo el golpe con tu familia, estaban refugiados en la Embajada de México en Buenos Aires, pudieron exiliarse, son sobrevivientes de la dictadura. Pero hablando de México, hoy tienen una presidenta que es impresionante, Claudia Sheinbaum, pero después de AMLO, me imagino cómo lo debes vivir desde aquí.
G.V.N: Sí, a AMLO lo conocimos, justamente donde vivíamos al principio, estábamos a una cuadra y media de la sede de AMLO en su campaña que fue muy atacado. Y a esta mujer también la conocimos en los grupos que estaban trabajando con él en ese momento, antes de las otras elecciones, por supuesto. Y en México significó eso, nosotros tuvimos 13 días nada más para organizarnos, y Frondizi me dijo «sacá a la familia porque los van a liquidar a todos», y bueno, tuvimos 35 familiares en pérdida.
J.V: A tu papá ya lo habían matado y tu hermano estaba en la UP1…
G.V.N: Después lo fusilaron el 12 de agosto, tenía tres primos desaparecidos, cuñados, nueras, bueno, son 35 los familiares nuestros. Pero son 30.000, lo que es mucho más importante que lo que le puede pasar a uno. Son 30.000 que todavía se están encontrando nietos, ¿quién puede dudar de esto? Se están encontrando nietos, van 139 y todavía falta más por encontrar, incluso la participación de otros sectores que fueron muy importantes, no solamente que avalaron, sino que colaboraron económicamente para hacer esto.
J.V: Yo le recomiendo a la gente, porque además de médico y pintor, Gustavo es escritor, y ha escrito La Jauría del 76, pero claro, se están cumpliendo 49 años. ¿Cuál es tu mensaje para aquellos jóvenes y no tan jóvenes que no vivieron aquella época, pero que todavía están, y estamos, lo digo con mucho dolor, pagando las consecuencias? Y presumo que así seguirá por las próximas décadas. ¿Cuál es tu mensaje?
G.V.N: El mensaje es que traten de interiorizarse, no importa quién se los dice, lo importante es que se hable, que se busque la verdad, que se encuentren con gente que ha participado en esos momentos, que ya son muchos, pero que todavía son sobrevivientes, y que escuchen las verdades. Ayer me enteré de que en CABA han prohibido en las escuelas hablar de política, sexo y religión. Estamos en una etapa muy difícil, con un Presidente que es un psicópata, y es peligrosísimo lo que estamos viviendo. Pero a los jóvenes, yo lo único que les recomiendo es que traten de buscar, con su propio criterio, la verdad. De los dos sectores que escuchen, pero que las realidades y los hechos concretos están en los grandes archivos de la memoria, tienen para buscar, leer, encontrar, hablar.
J.V: No se puede tapar el sol con las manos, no podemos negar el Terrorismo de Estado en Argentina.
G.V.N: Exactamente, el Terrorismo de Estado no se puede negar no solamente, sino que no se puede olvidar.
J.V:¿Nos encontramos en la calle el próximo 24?
G.V.N: Nos encontramos en la calle, como siempre, en Córdoba y en todo el país.