La Asociación Gremial de Empleados del Poder Judicial (Agepj) estuvo llevando adelante una serie de asambleas y se declaró en estado de alerta y movilización. No obstante, desde la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN) suspendieron el paro nacional de 36 horas previsto para hoy y el viernes tras la medida tomada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) de otorgar un aumento salarial del 9 por ciento al 1° de julio último y de otro 6 por ciento al 1° de septiembre.
Previamente, los empleados judiciales profundizaron por una semana el plan de lucha y emplazaron huelgas nacionales de 24 horas con movilizaciones y cortes de calles. No obstante, a pesar de la medida, consideraron que «el incremento salarial otorgado es totalmente insuficiente».
“Hoy se levanta el paro programado en virtud de que salió en aumento del 9%, retroactivo julio y del 6% retroactivo a septiembre. Si bien no es lo que pedíamos desde la Unión de Empleados de Justicia de la Nación, creemos conveniente levantar la medida que debíamos después de 36 horas y seguimos en estado de alerta igualmente”, afirmó Juan Pablo Tripputi, del Gremio Córdoba.
Cabe recordar que el sindicato había realizado dos paros nacionales de 24 horas en rechazo de «las dilaciones» de la CSJN para efectivizar el pago del tercer tramo de aumento del 15 por ciento, ya acordado, como continuidad y profundización de un plan de lucha general.
«La inflación carcome el salario, por lo que el gremio debatirá los pasos a seguir», puntualizó hoy Julio Piumato, conductor de la UEJN.
En este marco, Federico Cortelletti, secretario general de Agepj, explicó el miércoles que en lo que va del año, el Tribunal Superior de Justicia aún no aprobó ningún ascenso, cuando lo usual es que en abril y agosto se concreten al menos dos tandas de ascensos en la carrera judicial.
“Nos robaron cargos de la planta de empleados”, enfatizó el sindicalista en declaraciones al diario Comercio y Justicia. Respecto de la cuestión salarial, expresó que “la persistencia del fenómeno inflacionario conjugado con la demora en establecerse el aumento salarial, que la Corte Suprema ya pidió, está erosionando el poder adquisitivo de nuestro salario”.