Un estudio reciente elaborado por el Defensor del Pueblo en la ciudad de Córdoba y el Gran Córdoba detectó datos alarmantes que muestran una realidad cada vez más complicada entre los adolescentes y los juegos en línea. Cabe recordar que en Argentina los sitios de apuestas están prohibidos para los menores de edad, sin embargo la realidad muestra otra cara. Éstas se han convertido en un problema silencioso que afecta cada vez a más adolescentes. En este marco el Programa Navegación Segura por Internet y el Instituto de Estadísticas del Defensor del Pueblo, realizaron el informe “Apuestas en línea: donde aún no llega la ley”.
La investigación tuvo entre sus objetivos conocer las conductas y prácticas de las y los adolescentes de 14 a 17 años respecto a las apuestas digitales, indagar qué entienden sobre el juego responsable, conocer las fuentes de obtención de dinero a la hora de apostar y obtener datos que aporten información sobre el uso que la juventud hace de estos tipos de juegos de azar. La consulta se realizó a través de un formulario digital, con un muestreo de tipo no probabilístico. En total, se tomaron 868 casos válidos, todos residentes en la ciudad de Córdoba y gran Córdoba.
Para entrar en la temática, se preguntó a los adolescentes si habían jugado en línea en los últimos seis meses. El 81,3% negó haberlo hecho, mientras que el 18,7% sí jugó en ese periodo de tiempo, este último dato redujo la muestra a 162 adolescentes, ya que se avanzó con quienes habían apostado efectivamente.
A continuación, fueron consultados sobre “juego responsable” y se indagó acerca de qué entienden al respecto; particularmente sobre su propia calificación como “jugadores responsables”. Así, el 74,1% indicó que esto significaba sólo apostar en sitios legales; el 66% seleccionó “divertirme a pesar de los resultados; el 65,4% “jugar durante un tiempo limitado al día”; el 59,9% “no sentir ansiedad sobre el juego”; el 55,6% “sólo gastar dinero que tenga”; y el 53,1% “no lo considero una forma de ganar dinero”.
Otro de los datos que aporta el informe, en cuanto a cómo perciben su propia experiencia de juego, indicó que los adolescentes en mayor medida, juegan por diversión y que el juego no afecta sus vidas. Sin embargo, para otros, el juego sí se está convirtiendo en un problema o los está perjudicando. En este sentido, algunos reconocen estar “enviciados”, según sus propios términos.
Sobre la cantidad de dinero y tiempo que los jóvenes invierten en las apuestas digitales, se destacó que más del 46% de los encuestados afirmó que apuestan entre $ 1.000 y $ 5.000 por semana, el 10% gasta entre 5000 y $ 10.000 y el 9,3% invierte más de $ 10.000.
Un dato no menor y también en relación al dinero, afirma que los jugadores obtienen el dinero para apostar de distintas maneras: el 64,2% usa su mensualidad, el 38,3% gasta el dinero de merienda, almuerzo, transporte o fotocopias; por su parte, el 25,9% reunió el dinero en su grupo de amigos, el 18,5% vendió cosas personales, el 8,6% sacó o sustrajo plata de la caja de ahorro de sus padres, el 9,3% no respondió y el 7,4% se endeudó o pidió un préstamo.
El azar, entre los juegos más elegidos
Ante la consulta sobre cuáles son los juegos o apuestas que más usan, los datos son contundentes en cuanto a las preferencias de los adolescentes.
El 60% elige juegos de azar, y ese porcentaje debe distinguirse entre el 39% que prefiere juegos de casino clásicos y el 21% que opta por los denominados mini juegos; en ambos casos, hablamos de juegos de azar. Muy atrás queda el fútbol con el 21% resultando poco representativo entre quienes eligen truco, póker, bingo, básquet, automovilismo, entre otros.
El tiempo también fue un factor analizado por el informe y ante la pregunta “¿jugás todos los días?”, el 11,7% dijo que sí, mientras que el 88,3% negó hacerlo. No obstante, la información toma otra relevancia al consultar la cantidad de tiempo que juegan por día y los datos resultan alarmantes: el 46% reconoció jugar más de tres horas diarias y, de ese porcentaje, el 15,7% juega más de cinco horas diarias.