El gobierno provincial dará de baja a unos 1.300 contratos, de los 6.500 que vencieron el 31 de diciembre pasado. Según las estimaciones que hacen en el Centro Cívico, se renovarán alrededor de 5.200, por lo cual habrá 1.300 que se caerán de manera definitiva.
Según fuentes oficiales, cada ministro recibió la orden del gobernador Martín Llaryora -a través del secretario General de la Gobernación- para que haga un “análisis profundo” en su área, a la hora de renovar o no los contratos que vencieron el último día del año pasado.
Los números mencionados son aproximados, porque los distintos ministros mantienen un diálogo permanente con el secretario General de la Gobernación para definir la situación de los contratados a los cuales se les terminó el vínculo, reveló ayer el diario La Voz del Interior.
Desde el gobierno provincial aclararon que en todos los casos, se tratan de contratos vencidos. “No se interrumpió la relación laboral con ningún agente público. Se venció el vínculo y ahora la Provincia debe decidir a quiénes se les renueva el contrato, en base a datos objetivos, como antigüedad y rendimiento, entre otros. La premisa que nos marcó el gobernador es eficientizar el recurso humano para sostener los mismos servicios, con un menor costo”, agregó uno de los funcionarios que está trabajando en el proceso de evaluar los contratos vencidos.
Si bien se renovarán el 80% de los contratos que vencieron, los gremios estatales, especialmente los del área de Salud, pusieron el grito en el cielo por la caída de los muchos contratos en los hospitales públicos. En la Provincia admiten que Salud es el área más sensible en esta intención de “eficientizar los recursos humanos”, ya que en los hospitales hay 4.300 contratos que caducaron.