Desde la Federación de Profesionales de Córdoba (Fepuc) advierten sobre una notable precariedad laboral profesional en la provincia. La descripción de la realidad se centra en contratos precarios, monotributo ganando terreno en el Estado y una fuerte caída de ingresos determinada por la inflación. En comparación, en el año 2015 un trabajador profesional cubría con su ingreso 6,4 canastas básicas totales y hoy apenas cubre apenas 2,7 canastas.
La Fepuc, que representa a más de 150.000 trabajadores nucleados en 29 entidades profesionales, alerta sobre la creciente disparidad entre la Canasta Básica Total (CBT) y los salarios de profesionales. “Junto con una inflación crónica, despidos masivos y renovaciones de contratos por períodos mínimos –tanto en el ámbito privado como estatal–, han agudizado la precariedad laboral”, indica el diagnóstico de la federación.
Por eso, el dato que mejor describe el empeoramiento de la situación de los profesionales cordobeses es que en febrero de 2024 el salario de un profesional cordobés cubrió sólo 2,7 canastas. “En febrero pasado el ingreso promedio apenas cubrió una fracción de lo que cubría hace diez años atrás. Entre 2015 y 2024 la Canasta Básica Total (CBT) para la ‘unidad de adulto equivalente’, creció 94 veces, mientras que el salario promedio de un trabajador estable (Ripte) creció 41 veces”, explica el reporte.
En ese marco, la Fepuc alertó sobre la preocupante situación que atraviesa el sector profesional respecto a sus condiciones laborales y la pérdida de su poder adquisitivo. “Esto en una provincia que cuenta con 500.000 personas con estudios superiores completos”, destaca el comunicado. Haciendo hincapié de forma inevitable que los profesionales son trabajadores calificados, por su especial formación e idoneidad que acreditan con sus títulos respectivos, y su labor no deja de constituir una forma de trabajo amparada por la ley.
Fepuc alerta por desvinculaciones masivas
Entre otras de las cuestiones que resalta el documento de Fepuc sobre la pérdida de poder adquisitivo, resaltan el clima de incertidumbre laboral.
“Así lo evidencian las recientes desvinculaciones masivas y las renovaciones de contratos por períodos mínimos”, indica el documento, que destaca que en marzo pasado hubo alrededor de 15.000 desvinculaciones en la Nación y que las renovaciones de unos 55.000 contratados fueron de seis meses.
“Frente a contextos de ajustes y reestructuraciones, aquellos profesionales que trabajan con contratos precarios son las más vulnerables. Desde contratos de planta transitoria hasta el régimen de monotributistas, formas de empleo que evidencian una relación de dependencia encubierta, resultan en ingresos un 20 % más bajos que aquellos bajo relación de dependencia directa. Además, se suman las personas que tienen becas o programas de empleo”, destaca el diagnóstico.