En el arranque de la cuarta semana del proceso judicial que se lleva adelante en la Cámara Séptima del Crimen, con jurados populares, ayer brindaron su testimonio los peritos que intervinieron en los estudios técnicos encargados para dilucidar las causas eficientes de las cinco muertes y los ocho intentos de homicidio, de bebés recién nacidos en el Hospital Materno Neonatal de nuestra ciudad, en el primer semestre del año 2022.
La declaración más significativa fue la que brindaron los peritos oficiales Luis Alberto Ferrari y Virginia Soler, ambos bioquímicos especializados en toxicología. En su detallado informe se describe que los niveles de potasio o de insulina en los casos analizados, superan ampliamente el promedio habitual en bebés recién nacidos.
Ferrari explicó que uno de los electrocardiogramas estudiados era “típico de una intoxicación por potasio elevado”. Y llegaron a la conclusión de que “podría atribuirse con gran verosimilitud a un ingreso externo masivo de potasio”.
Y allí fue cuando los especialistas admitieron que nunca habían observado esos niveles de toxicidad en autopsias. “Sólo comparable a homicidios” decían después de cada uno de los informes forenses, y Ferrari fue más allá cuando se refirió al nivel de potasio que registró una de las recién nacidas, Melody, que era de 18,4, más del doble del promedio admitido. Allí el toxicólogo planteó directamente que esa cifra es comparable “con la que se utiliza en Estados Unidos en los casos en que se inyecta potasio en penas de muerte”.
También participó el perito contratado por la defensa de Brenda Agüero. Mario Pacheco sostuvo que algunos casos hubo “sufrimiento fetal por parto prolongado” y que eso pudo derivar en una acidosis y una sepsis, con el consiguiente aumento en los niveles de potasio en sangre.
Sobre otro de los casos, Pacheco analizó que la placenta estaba anómala y que una doble circular de cordón umbilical podría haber derivado en un estrés del feto. En esta oportunidad, también planteó una causa alternativa para esa muerte: “Es un bebé hipóxico y ése es el origen de la patogenia”, consideró el forense de parte.
En otro de los casos analizados, Pacheco consideró que había una enfermedad prevalente de la madre, por lo que infirió que se trataba de un parto “de alto riesgo” y que la intoxicación detectada podría deberse a la medicación materna.