Los restos de una valija y de prendas de vestir quemados fueron encontrados hoy en el barrio Emerenciano, en el marco de la causa por el presunto femicidio de Cecilia Strzyzowski, la joven desaparecida desde el 1 de junio en la ciudad de Resistencia, y se investiga si son los efectos personales de la víctima, informaron fuentes de la causa.
El operativo comenzó minutos antes de este mediodía en un campo de unas dos hectáreas ubicado a la altura de la avenida San Martín al 3700, en dicho barrio del sur de la capital provincial que fue construido por el movimiento de Emerenciano Sena y Marcela Acuña, ambos imputados junto a su hijo, César Sena, y otras cuatro personas por la desaparición de Cecilia.
El fiscal Jorge Cáceres Olivera dispuso hoy un procedimiento de urgencia tras un aviso que alertó a la Policía la presencia de elementos que estaban carbonizados.
Al llegar al lugar, los efectivos policiales constataron que entre los pastizales había una valija, prendas de vestir quemadas (posiblemente una campera de color rosa) y una llave, por lo que se perimetró la zona en busca de más elementos que pudieran estar vinculados al hecho.
Al respecto, personal de caballería realizó un rastrillaje por el predio, el cual no arrojó nuevos hallazgos. Además, un equipo de buzos tácticos fue convocado al lugar y llegó a bordo de una camioneta con un bote en el techo, que finalmente no fue utilizado por los especialistas.
Los expertos posaron la búsqueda en un espejo de agua ubicado detrás del natatorio «Santiago Maldonado», construido por el Movimiento Socialista Emerenciano, al costado del playón deportivo «Carlos Monzón», también realizado por el dirigente detenido.
Los buzos ingresaron al agua bajo la supervisión en persona del fiscal Cáceres Olivera y también lo hicieron a la pileta, que no estaba llena en su totalidad, pero ese procedimiento dio negativo.
Tras casi cinco horas en el Barrio Emerenciano, el operativo terminó con el secuestro de los elementos quemados que habían sido encontrados más temprano al sospechar que sean efectos personales de Cecilia y para que puedan llegar a ser reconocidos por su madre, quien convocó para mañana por la tarde a una concentración en la plaza 25 de Mayo.
Los operativos se realizaron en medio de las elecciones provinciales en los que Sena iba a presentarse por el partido Socialistas Unidos como primer precandidato a diputado provincial y su esposa, a intendenta de la ciudad de Resistencia.
Por otra parte, los investigadores sospechan que cinco de los siete imputados tuvieron un rol directo en la consumación del probable asesinato, mientras que los otros dos acusados habrían participado en la desaparición del cuerpo, informaron fuentes judiciales.
En ese marco, el Equipo Fiscal Especial (EFE) conformado para el caso por Cáceres Olivera, Jorge Gómez y Nelia Velázquez aguardaba para las próximas horas el resultado de una serie de peritajes que permitan continuar con la búsqueda de los restos de la víctima.
Fuentes judiciales informaron a Télam que, para los fiscales, Sena padre y Acuña, su hijo César, Fabiana González -asistente del matrimonio- y su pareja, Gustavo Obregón, tuvieron un rol directo en la desaparición de Cecilia, ya que para ellos todos estuvieron en la casa de Santa María de Oro 1460, donde sospechan que ocurrió un ataque.
Por ello, al matrimonio lo imputaron por «homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas en calidad de co-autor» y a su hijo por ese mismo delito más el agravante del «vínculo y por haberse realizado en un contexto de violencia de género (femicidio)».
En tanto, a González le endilgaron el «homicidio agravado en calidad de partícipe necesario» y a Obregón ser «partícipe secundario».
«Todavía estamos investigando bien el rol de cada uno en la escena pero los cinco estuvieron en la vivienda donde sucedió el hecho investigado», dijo a Télam un vocero encargado de la pesquisa.
En tanto, sobre Gustavo Melgarejo, casero del campo de la familia Sena, y su pareja Griselda Reinoso, imputados por «homicidio agravado en calidad de partícipe secundario» creen que su participación fue para eventualmente deshacerse del cuerpo.
El EFE todavía no pudo determinar fehacientemente cuándo habría ocurrido el presunto asesinato pero sospechan que de confirmarse muy posiblemente haya sido el mismo viernes 2 de junio, día que la cámara de seguridad de un vecino del frente de la casa de Sena tomó la llegada de Cecilia a las 9.15 de la mañana.
También procuraban determinar en qué momento habrían descartado el cuerpo, ya que pudo haber sido ese mismo día en una de las camionetas de los acusados o ese fin de semana, posiblemente en la chanchería de la familia que ya fue rastrillada en dos oportunidades.
Por su parte, los peritajes a las manchas que podrían ser de sangre encontradas en la vivienda del matrimonio estarán entre martes y miércoles.
Además, personal de cibercrimen comenzó el jueves último con la extracción de la información a los ocho celulares secuestrados en el marco de la causa, cuatro tablets y una CPU.
Además, los pesquisas continuaban analizando las geolocalizaciones de los teléfonos con mayor profundidad para establecer un rango de búsqueda del lugar en el que probablemente pudieron deshacerse del cuerpo.
«Eso nos permitió tener una referencia por donde se estuvieron moviendo los imputados y ahora buscamos que nos indiquen la zona de dónde arrojaron los restos», precisó un vocero.
El EFE dispuso ayer un nuevo allanamiento en la chanchería ubicada en un sitio conocido como «Granjita Abuela Ema», a unos 5 kilómetros de la ruta nacional 16, donde hubo secuestros de restos óseos que fueron llevados por el equipo de antropología forense de Córdoba para ser examinado en sus laboratorios.
La antropóloga Anahí Ginarte y la médica forense Florencia Granton del Instituto de Medicina Forense cordobés también analizaron los restos hallados en un primer allanamiento en ese lugar y establecieron «no hay nada claramente humano» en esas muestras.
En tanto, Marcela Acuña continuaba hoy con una huelga de hambre en la sede del Departamento de Violencia Familiar y de Género, en el que está alojada con el resto de las involucradas, dado que hace unos días le denegaron la prisión domiciliaria.
Mientras que los hombres imputados siguen detenidos en la comisaría 3ra., separados del resto de los presos e instalados en oficinas que comúnmente usa el personal policial.