Luego de la detención de unos 20 jóvenes durante el fin de semana que efectuaban robos en la vía pública con la modalidad de “ataques piraña” en nuestra ciudad, la Justicia requirió la prisión preventiva de los imputados mayores de edad. Además, la investigación cambió su carátula a la de “robo calificado en poblado y en banda”.
La Fiscalía de Instrucción del Distrito uno turno cinco, a cargo de María Celeste Blasco, pidió la prisión preventiva para todos los detenidos por los robos piraña ocurridos entre los meses de marzo y abril en la zona del barrio de Nueva Córdoba y el Centro. En los operativos, se detuvo a ocho personas mayores de edad, ocho menores punibles y más de 20 menores no punibles con edades inferiores a los 16 años. Con el avance de la investigación, se modificaron las imputaciones de “robo agravado por la participación de menores de edad” por las de “robo calificado en poblado y en banda”, agravado por el delito de la participación de los menores de edad.
Además, se puso en conocimiento de los juzgados penales juveniles intervinientes los avances de las pesquisas. Exponiendo los fundamentos, se les solicitó, en relación a los menores de edad punibles, la medida cautelar prevista por la ley.
Según informaron desde el Ministerio Público Fiscal (MPF), la fiscalía interviniente logro determinar que todos los imputados y aquellos menores que fueron aprehendidos junto ellos, junto a un importante número de personas mayores y menores de edad, conformaban “una banda”, a la cual sus miembros adscriben voluntariamente y cuyo fin es la comisión de delitos en contra de la propiedad. La misma estaría integrada por un número imprecisable de otras personas, además de los imputados, que se reunían regularmente los domingo por la noche en el Parque Sarmiento y los sábados en el local bailable “la Morocha”.
Los miembros de la banda se comunican entre sí mediante el uso de grupos de WhatsApp para acordar el lugar y día de encuentro y debatir cuestiones vinculadas a su actividad ilícita. Este grupo no resulta improvisado, en el sentido de que hay una planificación detrás de sus ataques, incluso está previsto el rol de cada uno.
“Se puede afirmar que la ‘banda’, al momento de actuar, identifica claramente a la víctima, la rodea, el grupo más numeroso se divide en subgrupos más pequeños, y entre todos atacan para desorientar a las víctimas y generar caos. Una vez en poder del botín, se lo pasan entre ellos, generalmente a las mujeres, y luego se deshacen de él, para en caso de ser aprehendidos no tener consigo nada que los incrimine”, detallaron desde el MPF.