“En el lugar se observa un masculino (el cual no se logra identificar) tendido en la vía pública sin signos vitales, el cual presenta una herida de arma de fuego en la cabeza del lado del parietal izquierdo y a metros del mismo se procede al secuestro de una vaina calibre nueve milímetros”, indica el parte policial que da cuenta del último hecho fatal de violencia urbana ocurrido en nuestra ciudad. El crimen tuvo lugar en la madrugada de ayer en la calle Cesar Justino al 426 de barrio El Quebracho.
En esa zona del sudeste de la ciudad, la Policía encontró a las 2.45 el cadáver de un hombre con un disparo en la cabeza. Junto a él y a corta distancia, según consta en el parte oficial, se halló una motocicleta marca Gilera modelo Smash color negro.
El hecho conmocionó a los vecinos del barrio, quienes escucharon la detonación en el silencio de la madrugada y llamaron al 911 para denunciar la situación, que habría tenido lugar a las 1.30 de la mañana. Al respecto, la fuerza informó que dos personas manifestaron haber oído un disparo, tras lo cual observaron a dos personas que emprendían la huida desde el lugar del crimen.
Hasta el momento, la investigación, en manos de la fiscal Lourdes Quagliatti, se encuentra en pleno desarrollo junto a la División Homicidios de la Policía de Córdoba. El desafío de los encargados de esclarecer el crimen es develar si el móvil del mismo fue la intención de robo o si hubo otra motivación tras el fatal desenlace.
El hecho tuvo lugar a 40 días del crimen de Sebastián Villarreal, el hombre ejecutado en barrio Yofre el 29 de febrero durante un robo, luego de que pidiera clemencia a sus asaltantes. Hasta el momento, el fiscal Andrés Godoy detuvo a un niño de 14 años, dos adolescentes de 17 y 19 años y un joven de 20 años. Las pesquisas indican que los dos primeros habrían sido quienes atacaron a Sebastián mientras los otros dos actuaron de respaldo.
En ese marco, ayer, vecinos de Sebastián denunciaron que “los robos con armas de fuego siguen siendo moneda corriente en el barrio” y que “cada día sucede algo al frente de las narices de los policías y los vecinos estamos cansados de vivir con miedo y no poder trabajar tranquilos”. “Asesinaron a Sebastián hace 40 días y el barrio hoy es tierra de nadie. La Policía figuró los primeros días y ya hoy está todo liberado de nuevo”, denunciaron en un comunicado.