Durante la tarde del jueves, un niño de 12 años fue puesto a disposición de la justicia, luego de haber sido observado arrojando elementos contundentes a vehículos.
Los autos se encontraban estacionados en un Sanatorio en barrio Parque Tablada y la aprehensión tuvo lugar en calles Antonio Pedone y Nazaret.
Según lo indicado por un guardia del lugar, el adolescente había sido visto días atrás causado daños en una casilla de seguridad que allí funciona.
En el procedimiento participaron efectivos del CAP con colaboración del operador de cámaras del 911.