A unos 170 kilómetros de Córdoba capital, existe un lugar que sorprende, tanto por sus atributos naturales como por la historia que carga. Se trata de la Reserva Natural y Cultural del Cerro Colorado, un espacio de más de 3.000 hectáreas y que esconde una gran historia.
En este paisaje rojizo de arenisca, como su nombre indica, se encuentra una reliquia arqueológica de enorme importancia para Córdoba: estoy hablando de unas 10.000 pictografías parietales y rupestres que datan de un período que va desde hace unos 1500 años antes de Cristo a unos 400 años.
A través de estas pinturas de colores blanco, negro y rojo, los pueblos sanavirones y comechingones dejaron plasmadas sus historias de vida. En las más recientes y modernas, se pueden ver jinetes a caballo: de esta manera, los pueblos originarios plasmaron a los conquistadores españoles atacando a sus pueblos prehispánicos.
La localidad también cuenta con un renovado museo que funciona bajo la órbita de la Agencia Córdoba Cultura. En este espacio cultural, se reúne una colección de bienes arqueológicos recuperados en el área, que se suma a la amplia propuesta de sitios ofrecidos.
Desde allí, salen las visitas guía a cargo de seis guías especializados de la provincia, quienes acompañan a los grupos de visitantes en una travesía muy particular. Esta excursión se caracteriza por los sitios arqueológicos y su magnífico entorno natural, caracterizado por formaciones de areniscas coloradas que afloran en un ambiente de espesos bosques chacoserranos y constituyen un museo a cielo abierto, cuyo recorrido implica una verdadera experiencia sensorial.
Indicaciones para llegar
La Reserva Cultural y Natural Cerro Colorado comprende la ladera oriental de las Sierras de Ambargasta, en la intersección de los departamentos Tulumba, Río Seco y Sobremonte al norte de la provincia y a 160 kilómetros de la Capital de Córdoba. Para llegar desde esta se transita la ruta nacional 9 norte y a la altura de Santa Elena hay que tomar la ruta 21 y hacer 12 kilómetros rumbo oeste.