Como es de público conocimiento, la Provincia tiene miles de lugares escondidos por descubrir. Ese es el caso de esta maravilla ubicada al norte de la Pampa de Achala, en medio de las Sierras Grandes. Se trata del Río Yuspe, uno de los más lindos y poco conocidos de la provincia.
Este curso de agua pose decenas de rincones para gozar de la naturaleza. Uno de esos es «El Santuario», un lugar que se parece bastante a los cenotes caribeños. Esta similitud se debe a que se trata de un pozo de agua rodeado de piedras y a que una de las paredes está cubierta de helechos.
El curso del río Yuspe, como se expresa en el portal de Wikipedia, es bien definido y tortuoso (propio de cualquier curso de agua que desciende de una zona pedregosa). Por ser un río que es alimentado por numerosas vertientes (o manantiales), su volumen de agua varía a lo largo del año.
En la temporada invernal su cauce se reduce a un pequeño e insignificante curso de agua que apenas alcanza para sostener la vida de algunos anfibios, peces y plantas, mientras que en temporada estival, sus repentinas crecidas o riadas, pueden alcanzar alturas de hasta 10 metros en la región denominada Juntura de los Ríos, que es donde se une al Río San Francisco, para formar el río Cosquín. Esto lo lleva a ser un río de características torrentosas.
A su vez, este no es un río de características navegables, y a lo largo de su recorrido, posee sectores arenosos en los que algunos turistas encuentran un sitio ideal para esparcimiento, aunque sus aguas pueden resultar un tanto frías para algunos.
Como se mencionó recién, este lugar no es tan conocido por lo que no suelen acceder muchos turistas. Conocer sus márgenes, desde su desembocadura, es relativamente sencillo, pero luego de algunos kilómetros de remontarlo aguas arriba, ascendiendo hacia la naciente en Los Gigantes, la tarea se torna muy dificultosa, ya que al discurrir por quebradas (especie de cañón de medianas proporciones), horadadas en la roca maciza a lo largo de miles de años, es necesario el uso de vehículos de tracción integral.
Para llegar hasta esta recóndita zona, se recomienda contratar un guía para recorrer el sendero de unos 6 km que llega hasta este lugar. Todo el camino recorre una serie de cascadas y trechos encajonados del Yuspe. Aquellos que decidan ir por su cuenta, pueden ir por la ruta que une Taninga y Tanti y dejar el auto en el parador del Río Yuspe. Desde ahí, se debe caminar unos 5 km río abajo.
El sendero conduce hasta la zona de «Las Cuchillas», un lugar con inmensas tajaduras en la roca, con separaciones paralelas que forman canaletas para las cascadas que desembocan en el río.
Este camino hace una bajada y llega hasta «El Santuario», un enorme hueco que se esconde detrás de un mimbre. El rincón se completa con una pared forrada de helechos, lo que lo transforma en un lugar paradisiaco.
Los guías que van hasta esa zona son Peñen Viajes y Turismo (3516804456) y Planeta Azul (+54 9 3525 611071).