A medida que el mundo enfrenta una rápida transformación en múltiples aspectos, los viajeros también parecen estar buscando nuevas formas de conectarse con su entorno. Según la investigación anual de predicciones de viaje de Booking.com, en lugar de alejarse del mundo, muchas personas están optando por redefinir la manera en que viven sus experiencias, y el turismo nocturno emerge como una de las principales tendencias para 2025.
El estudio, realizado entre más de 27.000 personas en 33 países y territorios, señala que, en lugar de retroceder, los viajeros se sienten atraídos por nuevas maneras de explorar el planeta, especialmente en la oscuridad de la noche. En Argentina, el 63% de los encuestados expresó su interés por visitar destinos con cielos más oscuros para disfrutar de experiencias astronómicas, como baños de estrellas (80%), guías estelares (62%), eventos cósmicos (64%) y el seguimiento de constelaciones (61%).
Jimena Gutiérrez, Gerente General de Booking.com para Argentina, Uruguay y Paraguay, destacó que fenómenos naturales como los eclipses, las auroras boreales y las lluvias de meteoritos se han convertido en importantes atractivos turísticos tanto en Argentina como en el resto del mundo. «Contamos con destinos ideales para disfrutar de estos fenómenos», señaló.
El creciente interés por el turismo nocturno también responde a una preocupación por el cambio climático. El 63% de los argentinos planea realizar más actividades nocturnas para evitar las altas temperaturas diurnas, mientras que el 60% de los viajeros prefieren reducir su exposición al sol, programando actividades en las primeras horas de la mañana o al final del día.
Además, la conciencia sobre la protección ambiental está llevando a muchos viajeros a elegir alojamientos sin luces artificiales, favoreciendo la reducción de la contaminación lumínica y la preservación de la fauna y flora local. Según el informe, el 52% de los viajeros estaría dispuesto a hospedarse en lugares sin luz para contribuir a un entorno más natural y menos perturbado por la urbanización.
Con estas predicciones, se anticipa un 2025 que marcará el inicio de una nueva era en la que las experiencias nocturnas no solo redefinirán la forma en que se viaja, sino también cómo nos conectamos con el mundo y la naturaleza que nos rodea.