Un robot hecho de “chicle magnético” con una consistencia similar a la de un flan logró moverse a través de pasajes estrechos, agarrar objetos y reparar circuitos rotos. Ahora, los desarrolladores consideran que, en un futuro cercano, podría desplegarse dentro del cuerpo para realizar tareas como recuperar objetos tragados por accidente.
Ya existen robots elásticos capaces de manipular objetos y robots basados en fluidos que pueden navegar en espacios reducidos, pero los robots que combinan ambas propiedades son menos comunes.
Li Zhang de la Universidad China de Hong Kong y sus colegas mezclaron partículas magnéticas de neodimio con bórax, un detergente doméstico común, y alcohol polivinílico, un tipo de resina, para formar un limo que se puede controlar.