Un documento de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reveló fuertes e inéditos aumentos de los alimentos básicos como consecuencia de la guerra en Ucrania, anticipando un duro impacto en la economía global que repercutirá en Argentina.
El reporte agrega preocupación al gobierno nacional en un contexto de renovada tensión con los productores agropecuarios por las medidas destinadas a controlar la inflación. Ocurre que el informe de la FAO analizó la situación mundial de febrero, cuando recién había iniciado la invasión de Rusia a Ucrania, por lo que resulta muy probable que la inflación de los alimentos alcance nuevos niveles históricos durante marzo a nivel mundial.
“El índice de precios de los alimentos de la FAO se situó en febrero de 2022 en un promedio de 140,7 puntos, es decir, 5,3 puntos (un 3,9 %) más que en enero y 24,1 puntos (un 20,7 %) por encima de su nivel de hace un año”, informó la FAO en su reporte, que anticipa un duro panorama para marzo. Un dato resulta elocuente: el dossier sobre los precios de los alimentos de la FAO se hace desde 1961, pero nunca sucedió un incremento de estas características en los productos básicos.
El presidente Alberto Fernández recibió el reporte desde la Cancillería y mantuvo una sucesión de reuniones con Santiago Cafiero, Julián Domínguez (ministro de Agricultura y Ganadería), Martín Guzmán (Economía) y Matías Kulfas (Producción) para diseñar una estrategia que logre contener la suba de precios en la Argentina y simultáneamente coloque a nuestro país en una posición expectante para aprovechar la crisis de alimentos a nivel global.
En ese sentido, pidió al Ministerio de Relaciones Exteriores que tramite una reunión bilateral con QU Dongyu, director de la FAO para avanzar en la búsqueda de oportunidades económicas globales para Argentina en medio de la crisis alimentaria. Sin embargo, la preocupación interna sigue siendo la inflación: según fuentes periodísticas, Guzmán le habría adelantado que la inflación de marzo y abril será extraordinaria y que no habría motivos técnicos para garantizar un cambio de tendencias durante mayo.
Por lo pronto, el Gobierno confirmó ayer que acordó con las empresas productoras y cadenas de comercialización que retrotraigan los precios de 1.700 artículos de consumo masivo al 10 de marzo pasado, así como también garantizar el abastecimiento en el mercado interno. Fuentes de la Secretaría de Comercio informaron que la retracción de precios tiene un piso mínimo del 7%, aunque seguirán discutiendo con las empresas excepciones en los ajustes de algunos productos. “Las empresas deben instrumentar a partir de mañana (por hoy) las bajas y a partir de ese cumplimiento se considerarán las excepciones que se presenten”, informaron desde la dependencia.