La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) Regional Córdoba lanzó una carta dirigida al Papa Francisco para que interceda ante la Corporación Andina de Fomento (CAF), órgano del Banco de Desarrollo de América Latina, quien habilitó el préstamo por 75 millones de dólares para la construcción de un tramo de la Autovía de Punilla, obra que para muchos activistas «pone en peligro la preservación del medio ambiente».
En la comanda puede leerse: «Esta Autovía cordobesa daña una zona muy vulnerada ecológicamente e incrementa el daño de cuencas hídricas que se encuentran en una muy grave situación; cuencas hídricas que proveen agua para el consumo humano de la ciudad de Córdoba», cuyos recientes estudios estudios demuestran que el agua de la red de la ciudad de Córdoba contiene casi el doble de microcistinas que lo permitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En esta línea, la APDH destacó también en el texto que los pobladores del Valle de Punilla rechazaron masivamente la obra y que el proyecto, incluso, cuenta con recorridos alternativos «que no generarían el impacto ambiental que el proyecto en vigencia encierra, pero los gobiernos persisten en el proyecto cuestionado a pesar del rechazo popular».
«Venimos repudiando hace tiempo y pidiéndole explicaciones al Banco de Desarrollo de América Latina que nunca nos dio una respuesta», indicó la Asamblea y señaló que el proyecto «viola las propias salvaguardas ambientales establecidas por el banco de desarrollo para financiar proyectos de infraestructura vial».
Desde la APDH también destacaron que la Corporación Andina de Fomento / Banco de Desarrollo de América Latina se presentan como una “Banca Verde”, desarrollando proyectos educativos con la organización católica, «lo cual es absolutamente contradictorio con la defensa de nuestra Casa Común».
La entidad a su vez aquejó que la construcción de esta Autovía no se limita solamente al impacto sobre el agua, la flora y la fauna, sino también a sitios arqueológicos de vital importancia y a los pocos bosques nativos que hoy existen en Córdoba como consecuencia del avance agro-ganadero, la especulación inmobiliaria, y los incendios que años tras años arrasan con todo a su paso «como producto de la falta de prevención gubernamental, la intencionalidad humana y las condiciones climáticas».
«Nuestra lucha por los ecosistemas cordobeses comparte lo que Usted mismo ha expresado: El deterioro del ambiente y el de la sociedad afectan de un modo especial a los más débiles”, indicó la asociación civil en la carta al sumo pontífice para ponerlo al tanto de la situación.
«Le imploramos que tanto su Iglesia como su persona nos ayuden a proteger lo poco que queda de nuestro ambiente saludable y natural en la provincia de Córdoba; nuestra urgencia y desesperación responde a que ya no hay tiempo qué esperar», asumen desde la entidad y agregan: «La crisis ambiental es una crisis que atenta contra la vida humana, vegetal, animal, contra los minerales y recursos naturales, y fundamentalmente con nuestros hombres y mujeres, niños y niñas, que son reprimidos por las fuerzas de seguridad cordobesas cada vez que intentan proteger con sus cuerpos, en manifestaciones pacíficas y acampes, lo que queda del Valle de Punilla».