El Palacio de Buckingham anunció la muerte de la reina Isabel II de Inglaterra. La monarca de 96 años falleció en el castillo de Balmoral, en los Highlands de Escocia, rodeada de sus familiares más cercanos. En las últimas horas habían viajado de urgencia hacia allí su hijo Carlos, y sus nietos William y Harry.
“La Reina murió pacíficamente en Balmoral esta tarde. El Rey y la Reina Consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana”, publicó la familia real en Twitter.
The Queen died peacefully at Balmoral this afternoon.
The King and The Queen Consort will remain at Balmoral this evening and will return to London tomorrow. pic.twitter.com/VfxpXro22W
— The Royal Family (@RoyalFamily) September 8, 2022
La salud de la monarca más longeva y popular del Reino Unido comenzó a declinar desde que muriera, en abril de 2021, su esposo, Felipe de Edimburgo.
La monarca pudo presenciar en primera persona las celebraciones en todo el país en julio por sus 70 años de reinado —el Jubileo de Platino—, e incluso estuvo en condiciones, esta misma semana, de recibir en su residencia escocesa al primer ministro saliente, Boris Johnson, y de encargar a su sucesora, Liz Truss, la formación de un nuevo Gobierno en su nombre.
El mundo entero estaba expectante desde las primeras horas de la mañana cuando, en un comunicado inusual, el Palacio de Buckingham había informado que la soberana estaba bajo supervisión médica, y que sus médicos estaban «preocupados por su salud».
Todos sus hijos -el príncipe Carlos de 73 años, heredero del trono, la princesa Ana de 72, el príncipe Andrés de 62, y el príncipe Edward de 58- se trasladaron enseguida a Balmoral, la residencia situada 800 km al norte de Londres, según se informó.
También emprendieron viaje los hijos de Carlos, William, segundo en la línea sucesoria al trono, y Harry. El hijo menor de Carlos y Lady Di estaba en Londres con su esposa Meghan para un acto caritativo, pese a que viven en California desde que en 2020 abandonaron la monarquía británica, en una ruptura que golpeó con fuerza a la realeza.
La noticia llegó un día después de que la reina cancelara una reunión de su Consejo Privado y le recomendaran descansar.
Su historia en la corona
La soberana comenzó a reinar el 6 de febrero de 1952, el mismo día en que murió su padre, Jorge VI, de 56 años, a causa de un cáncer de pulmón.
Sin embargo, recién fue coronada el 2 de junio de 1953 en la Abadía de Westminster, en el centro de Londres, donde se realizan todas las coronaciones de reyes británicos desde 1066.
Nacida el 21 de abril de 1926 en la casa número 17 de Bruton Street en Mayfair, Londres, Isabel fue la primogénita del entonces príncipe Jorge, duque de York, padre también de la princesa Margarita.
La futura monarca de Inglaterra no estaba destinada a reinar el Reino Unido, pero la abdicación de su tío Eduardo VIII para casarse con la estadounidense Wallis Simpson cambió la sucesión y su padre asumió el trono en diciembre de 1936, de manera que Isabel se convirtió en heredera con solo diez años.
La muerte del rey Jorge sorprendió en Kenia a Isabel, de 25 años, quien había viajado en un tour de la Commonwealth con su esposo Felipe de Edimburgo, con el que había contraído matrimonio en 1947.
Winston Churchill la recibió en Londres, vestido de riguroso luto, al pie de la escalerilla del avión que la había transportado, convirtiéndose así en el primero de los 15 primeros ministros con los que Isabell II se reunió durante sus 70 años reinado, la última Liz Truss, al asumir el cargo esta semana.