Rusia acusó ayer al Ejército ucraniano de cometer crímenes de guerra por dos bombardeos a dos hospitales el sábado, en Lugansk y Jerson, y volvió a advertir a la Otan por la “indiferencia” exhibida ante esos ataques.
Además, la acusó de proporcionar información de Inteligencia para la ejecución, lo que convierte a los países de la Alianza Atlántica, según Moscú, en “participantes directos” en el conflicto.
El Kremlin denunció el sábado que al menos 14 personas murieron y otras 34 resultaron heridas en un ataque aéreo ucraniano sobre un hospital de Novoaidar, en la región oriental de Lugansk.
El ataque, afirmó, fue mediante un sistema de lanzamiento múltiple de cohetes Himars suministrado por Estados Unidos. Por ese motivo, el Kremlin acusó a Washington de estar directamente implicado en la guerra de Ucrania, igual que acusó a la Otan tanto por la “falta de reacción exhibida” como por proporcionar “información de inteligencia por satélite” que sirvió de base a estos ataques.
En tanto, otros países -como el caso de Polonia- anunciaron en las últimas horas sus envíos de tanques a Ucrania para ser utilizados en la guerra con Rusia, otro motivo por el que el gobierno de Moscú criticó la “hipocresía criminal” de la Otan por permitir esa cesión de armas.
“Es increíble cómo las mismas personas pueden decir en serio que no son parte del conflicto, ya que no van a enviar infantería ni aviones. ¿Se puede suministrar tanques? Los tanques no se conducen solos, estos (vehículos) son los que están controlados por personas. Esto es una pura hipocresía, una hipocresía criminal”, dijo la portavoz de la cancillería rusa, Maria Zajarova.