Israel endureció su operación terrestre en Gaza con el envío de tanques e infantería respaldados por ataques desde el aire y el mar que «hicieron temblar el suelo» del enclave palestino, según el ministro de Defensa, Yoav Gallant, quien hoy aseguró que la guerra entró en una nueva etapa.
«Pasamos a la siguiente etapa de la guerra», dijo Gallant y aseguró: “Anoche, el suelo tembló en Gaza. Atacamos por encima y bajo tierra (…) Las instrucciones a las fuerzas son claras. La campaña continuará hasta nuevo aviso”.
Los comentarios del ministro dan cuenta del avance gradual de la ofensiva de Israel, que anticipa un ataque terrestre a gran escala, pero que se ha ido demorando por cuestiones «tácticas».
Naciones Unidas y organizaciones humanitarias denunciaron que los ataques israelíes y los ultimatums que envían para forzar a lo gazatíes a emprender dudosos traslados a zonas seguras constituyen «crímenes de guerra».
«Estamos muy preocupados por el hecho de que se estén cometiendo crímenes de guerra. Nos preocupa el castigo colectivo infringido a los habitantes de Gaza en respuesta a los atroces ataques de Hamas, que también constituyen crímenes de guerra», afirmó ayer Ravina Shamdasani, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, durante una sesión informativa de la ONU en Ginebra.
Israel viene acumulando tropas en la frontera desde la mortífera incursión del movimiento palestino Hamas del 7 de octubre en el sur de Israel.
Hasta ahora, las tropas habían realizado breves incursiones terrestres nocturnas antes de regresar a Israel.
El número de muertos palestinos en Gaza aumentó hoy a 7.703 personas, con 377 muertes reportadas solo en la última noche. Entre los muertos hay más de 3.100 niños, según el Ministerio de Salud de Hamas.
En el vigésimo segundo día del conflicto el territorio palestino de Gaza, donde viven hacinadas más de 2,4 millones de personas privadas de todo, el enclave también se quedó incomunicado por los bombardeos.
«Caían bombas de todos lados; de la marina, de la artillería y de los aviones», dijo a la agencia de noticias AFP Alaa Mahdi, un habitante del campo de refugiados de Shati, en la parte norte de la Franja.
«¿A quién golpean? ¿A la resistencia? No, a pobre gente», agregó el hombre de 54 años, que afirma que el efecto de las bombas en Shati es «peor que el de un terremoto».
Hoy, el vocero del servicio de protección civil gazatí reportó que sólo en los bombardeos israelíes de la madrugada resultaron «completamente destruidos» cientos de edificios y de casas.
El Ejército de Israel dijo por su lado haber golpeado «150 objetivos subterráneos» en el norte de la Franja de Gaza, donde, según sostiene, Hamas dirige sus operaciones desde una gigantesca red de túneles.
La institución aseguró haber matado a «varios terroristas de Hamas», entre ellos a uno de los responsables de la organización de la ofensiva del 7 de octubre.
Según AFP, que tiene reporteros en Gaza, los bombardeos israelíes por medio de la aviación y la artillería continuaban hoy.
Durante la noche, Hamas reportó intensos enfrentamientos entre sus combatientes y soldados israelíes, que incursionaron en Beit Hanun, en el norte de la Franja, y en Al Bureij, en el centro.
El Ejército de Israel confirmó que sus fuerzas habían operado «en el interior de Gaza», tal y como hicieron las dos noches anteriores. En respuesta, Hamas disparó cohetes hacia varias ciudades de Israel.
«Seguiremos bombardeando desde el aire y el mar», indicó el vocero del Ejército, Daniel Hagari. «La eliminación (de responsables de Hamas) los debilita», dijo también, y precisó que el Ejército no sufrió víctimas durante las operaciones nocturnas.
La perspectiva de una ofensiva terrestre israelí en Gaza inquieta a la comunidad internacional, que teme que la contienda degenere en conflicto regional. Irán, patrocinador de Hamas y del movimiento libanés Hezbollah, lanzó varias advertencias en ese sentido a Estados Unidos, el más firme aliado de Israel.
«Israel debe detener de inmediato esta locura», abundó hoy el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en un mensaje en la red social X.
Tras los últimos bombardeos israelíes y «una noche de inmensa angustia», las familias de los rehenes en manos de Hamas, en su mayoría israelíes, dijeron estar «preocupadas» por su suerte, y exigieron explicaciones al Gobierno de Benjamin Netanyahu.
Según el Ejército israelí, 229 rehenes, israelíes, binacionales o extranjeros, fueron capturados el 7 de octubre por Hamas y llevados por la fuerza a Gaza. Los islamistas liberaron desde entonces a cuatro mujeres.
Un alto responsable de Hamas, Musa Abu Marzuk, de visita en Moscú, dijo hoy que están tratando de localizar a ocho rehenes con doble nacionalidad, rusa e israelí, para liberarlos.
El mismo responsable dijo, en cambio, que no ha habido avances en las negociaciones para liberar a los demás rehenes, entre quienes mencionó a civiles y a militares.
Los bombardeos nocturnos coincidieron con un corte de las comunicaciones y de Internet en la Franja de Gaza. La Media Luna Roja palestina y varias ONGs y agencias de la ONU dijeron haber perdido contacto con sus equipos.
Las operaciones humanitarias y la actividad de los hospitales «no pueden continuar sin comunicaciones», alertó Lynn Hastings, coordinadora de la oficina de asuntos humanitarios de la ONU.
Además, esta situación «impide igualmente a las ambulancias llegar hasta los heridos», apuntó el jefe de la Organización Mundial de la Salud, (OMS) Tedros Adhanom Ghebreyesus.
«Este bloqueo informativo crea el riesgo de encubrir atrocidades masivas y contribuir a la impunidad para con las violaciones de derechos humanos», dijo a su vez Human Rights Watch.
El enclave palestino está sometido a un bloqueo israelí terrestre, marítimo y aéreo desde hace 16 años, a lo que se suma, desde el 9 de octubre, un «asedio total» por parte del Estado hebreo.
El vocero militar Hagari matizó que hoy se permitirá la entrada de alimentos, medicamentos y agua para la población gazatí.
Desde el 21 de octubre, sólo 84 camiones de ayuda humanitaria llegaron a Gaza desde el vecino Egipto, según la ONU, que estima que serían necesarios un centenar al día como mínimo.
La tensión está al mismo tiempo en máximo en Cisjordania, un territorio palestino ocupado por Israel desde 1967. Más de cien palestinos murieron allí a manos de soldados israelíes o de colonos desde el 7 de octubre.