El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció ayer, en su discurso anual ante el Congreso, un despliegue de tropas en la frontera oeste de Rusia por la expansión de la OTAN hacia el este y la incorporación de Suecia y Finlandia y volvió a advertir a las potencias occidentales del riesgo “real” de una guerra nuclear si escala el conflicto en Ucrania.
En su discurso a la Nación y a dos semanas de unas elecciones presidenciales en las que no enfrenta competencia, Putin celebró avances del Ejército ruso en la guerra y alertó de las “trágicas consecuencias” si algún país envía tropas a Ucrania, después de que su par francés, Emmanuel Macron, mencionara esta posibilidad la semana pasada.
“Las consecuencias de estas intervenciones serían realmente más trágicas”, declaró Putin ante la Asamblea Federal rusa en el Gostiny Dvor, un palacio cerca de la plaza Roja de Moscú donde cada año se reúnen los miembros de la Duma, la cámara baja del Parlamento, y el Consejo de la Federación, la cámara alta, por el discurso presidencial.
“Nosotros también tenemos armas capaces de alcanzar objetivos en su territorio”, prosiguió. “Todo lo que ellos inventan en este momento, además de asustar al mundo, es una amenaza real de un conflicto en el que se usen armas nucleares, lo que significa la destrucción de la civilización”, advirtió, renovando advertencias que ya hizo en el pasado.
Putin anunció que se volverán a establecer los distritos militares de las provincias de Moscú y Leningrado, en el flanco occidental ruso, y una medida que describió como necesaria ante los últimos avances de la OTAN hacia el este y la “implicación” de Finlandia y Suecia en la alianza militar transatlántica liderada por Estados Unidos.
El líder del Kremlin compareció en mejor posición que hace un año, cuando sus tropas protagonizaban retiradas en el sur y el noreste de Ucrania después de haber conquistado aproximadamente un 20% del territorio ucraniano desde la invasión de febrero de 2022. Desde entonces, una contraofensiva de Ucrania lanzada el año pasado con armas suministradas por Estados Unidos y otros países de la OTAN fracasó, y sus fuerzas se encuentran ahora a la defensiva, con escasez de municiones, y superadas por soldados rusos más numerosos y mejor armados.
Macron ratificó sus declaraciones
El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró ayer que cada una de sus palabras sobre Ucrania estaban “sopesadas” y “medidas”, días después de la polémica que generó cuando aseguró que el envío de tropas occidentales a este país en guerra contra Rusia no estaba descartado.
“Se trata de temas suficientemente serios. Cada una de las palabras que pronuncio sobre este tema está sopesada, pensada y medida”, declaró durante un acto oficial en París. El mandatario francés había llamado el lunes último a los aliados de Ucrania a aumentar su apoyo para garantizar la “derrota” de Rusia y suministrar un mayor número y más rápidamente de armas y municiones a Kiev.
Sin embargo, su respuesta a una pregunta sobre el envío de tropas occidentales a Ucrania generó polémica. Aunque reconoció que no había consenso al respecto, rompió un tabú al declarar: “No hay que descartar nada”.