Este 24 de junio se celebra en Argentina el Día del Praliné, una fecha que rinde homenaje a uno de los dulces callejeros más tradicionales del país. Crujientes, aromáticos y envueltos en papel celofán, los pralinés forman parte del paisaje urbano y de la memoria afectiva de varias generaciones.
El praliné, hecho a base de maní, azúcar y a veces esencia de vainilla, tiene su origen en la repostería europea, pero en Argentina adoptó una identidad propia. Vendido en esquinas, plazas y ferias, suele prepararse en pequeños carros o puestos callejeros donde el aroma a azúcar acaramelada atrae a grandes y chicos.
Aunque no está oficializada por ley, la fecha fue adoptada por emprendedores y vendedores para visibilizar este oficio y el valor cultural del producto.
Más allá de su carácter simbólico, el Día del Praliné también pone en foco la economía popular. Muchos de los vendedores que lo elaboran de forma artesanal sostienen sus ingresos con esta actividad, que combina tradición, sabor y resiliencia. En redes sociales, durante la jornada, suelen circular saludos y promociones especiales para homenajear a quienes mantienen viva esta costumbre.
Receta simple para hacer praliné casero
Ingredientes:
- 1 taza de maní (con o sin cáscara, tostado)
- 1 taza de azúcar
- 1/4 taza de agua
- Esencia de vainilla (opcional)
Preparación:
- En una sartén o cacerola a fuego medio, colocar el azúcar y el agua. Revolver suavemente hasta que el azúcar se disuelva.
- Agregar el maní y seguir revolviendo constantemente para evitar que se queme.
- A medida que el agua se evapora, el azúcar comenzará a cristalizar y cubrir el maní. Seguir mezclando hasta que tome un tono dorado.
- Si se desea, añadir unas gotas de esencia de vainilla en este punto para darle un aroma extra.
- Retirar del fuego y volcar sobre una bandeja enmantecada o papel manteca, separando los granos con una cuchara.
- Dejar enfriar por completo antes de consumir o envasar.