Esta madrugada, Rusia lanzó cientos de drones y misiles contra Ucrania, dejando decenas de heridos en todo el país y al menos cuatro muertos, entre ellos una niña de 12 años, solo en la capital, informó Kiev este domingo.
La nueva ofensiva no tardó en ser comentada por el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien instó a la comunidad internacional a tomar medidas decisivas contra Rusia tras el «vil y cobarde» ataque aéreo del domingo.
En un mensaje publicado en X, Zelenski pidió una «respuesta contundente» de Estados Unidos, Europa, el G7 y el G20, al tiempo que reclamó detener cualquier importación procedente de Rusia, así como redoblar las sanciones que limitan los ingresos energéticos del Kremlin.
Según describió Zelenski, la ofensiva rusa, que se prolongó durante más de 12 horas, estuvo marcada por ataques «brutales y deliberados» con casi 500 drones de ataque y más de 40 misiles, incluyendo misiles Kinzhal de alta precisión. Las regiones más afectadas fueron Kiev y su periferia, Zaporiya, Khmelnytskyi, Sumy, Mykolaiv, Chernihiv y Odesa, donde resultaron dañados edificios residenciales, infraestructuras civiles y una planta de producción de pan. En la capital, el Instituto de Cardiología sufrió graves afectaciones tras el impacto, informaron las autoridades locales.
Posteriormente, la Fuerza Aérea ucraniana actualizó los datos sobre el ataque y afirmó, en su parte matinal, que logró neutralizar 611 de un total de 643 drones y misiles lanzados por las fuerzas del Kremlin.
“Así es precisamente como Rusia muestra su verdadera postura. Moscú quiere seguir luchando y matando y solo merece la presión más dura del mundo”, escribió Zelenski posteriormente en Telegram. “El Kremlin se beneficia de continuar con esta guerra y este terror mientras fluyan los ingresos energéticos y la flota fantasma siga operando”, agregó.
El Ministerio del Interior ucraniano confirmó que entre las víctimas mortales figura una niña de 12 años y que hay al menos 40 heridos, varios de ellos menores de edad. Equipos de emergencia fueron desplegados en las zonas afectadas, para las labores de rescate y asistencia a la población. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, calificó los hechos como un “ataque masivo” e instó a los habitantes de la capital a refugiarse y no salir de sus viviendas durante la ofensiva.
El ataque aéreo coincidió con el final de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En ese foro, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró que cualquier agresión contra su país “recibirá una respuesta decisiva” y advirtió que si alguna nación derriba objetos aún en el espacio aéreo ruso “lo lamentará mucho”.
El canciller ruso señaló que los países occidentales han incrementado sus amenazas de uso de la fuerza contra Rusia, al tiempo que acusan a Moscú de planear un eventual ataque contra los países de la Otan y la Unión Europea (UE).
Al subrayar que el presidente ruso, Vladimir Putin, ha desmentido en reiteradas ocasiones esas provocaciones, Lavrov enfatizó que Rusia nunca ha tenido ni tiene tales intenciones.
Respecto al conflicto entre Rusia y Ucrania, sostuvo que, tal como ha reiterado Putin, Moscú ha estado y sigue estando abierta a negociaciones orientadas a eliminar las causas profundas de la crisis desde el inicio.
«Los intereses vitales y de seguridad de Rusia deben estar garantizados de forma confiable, y los derechos de los rusos y de la población rusoparlante en los territorios que aún permanecen bajo control de Ucrania deben ser restaurados y respetados. Sobre esa base, estamos listos para hablar de garantías de seguridad para Ucrania”, puntualizó.