Sreekesh Kumar fue declarado muerto y enviado al subsuelo del hospital de la ciudad india de Moradabad. Sus familiares ya se habían despedido de él y se suponía que su cuerpo yacía inerte, a -10 Cº, desde hacía casi siete horas. Un trágico accidente le puso punto final a su vida y cuando fue atendido por el servicio de emergencia ya no quedaba más nada para hacer. O al menos eso creyeron todos hasta que lo vieron levantarse entre los muertos.
Un choque de autos había “matado” a Kumar. Al menos fue lo que les dijeron apenas los familiares llegaron al hospital. Los médicos comprobaron el pulso de este hombre de 40 años y efectivamente no tenía signos vitales cuando decidieron colocarlo dentro de la bolsa mortuoria y llevarlo hasta la morgue.
Cuando los autorizaron, a la mañana siguiente, su familia se presentó para reconocer el cadáver. Ese fue el momento exacto en el que se dieron cuenta de que aún respiraba. “Toqué sus mejillas y le hablé. Para mi felicidad y horror, estaba caliente”, señaló uno de sus parientes.
Efectivamente, Sreekesh Kumar estaba vivo. “Hay casos de ‘animación suspendida’, en la que ocurre un cese temporal de muchos órganos vitales sin llegar a la muerte”, informó el médico que lo atendió. Sin embargo, la respuesta no convenció a nadie en la familia de este hombre indio, quienes denunciaron a todo el cuerpo médico por negligencia.