Un calentador que permite desalinizar agua de mar para consumo humano fue desarrollado la semana pasada por un equipo de investigación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) a través de un equipamiento que no genera consecuencias ambientales nocivas.
En el desarrollo de la planta piloto desalinizadora se comprobó que no produce impacto ambiental, ya que el equipo trabaja con hidrógeno verde, un generador de energía que permite reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera.
En este marco, Adrián Brunini, científico del Conicet, logró desarrollar la tecnología para obtener agua para consumo humano impulsado por la escasez de agua potable en Caleta Olivia, provincia de Santa Cruz.
«Tratamos de buscar una solución, algo que tuviese impacto en la comunidad», explicó Brunini sobre las motivaciones del desarrollo, y agregó que «comenzamos a trabajar en una tecnología que reproduce el ciclo del agua. Es una energía térmica, eficiente y que no requiere grandes avances tecnológicos para funcionar en una planta desalinizadora».
De esta manera, el equipo de investigación encabezado por Brunini construyó la planta potabilizadora que funciona con la quema de hidrógeno, por lo tanto no afecta al medioambiente. «El hidrogeno sólo produce vapor de agua y eso es importante porque no genera ningún gas de efecto invernadero», argumentó el investigador.
¿Cómo funciona?
La tecnología utilizada imita el ciclo natural del agua a través de un sistema que «calienta el agua de mar y se la pone en contacto con aire seco, al hacer eso inmediatamente el aire seco se humedece», explicó Brunini.
Luego, el aire absorbe la humedad del agua y «la cuestión es que sólo absorbe el agua, no la sal», agregó el investigador, lo que permite condensar la humedad del aire para recuperar el vapor y convertirlo en agua potable.
Además, el investigador advierte que el equipo tiene un diseño termodinámico especial que permite recuperar la mayor parte de energía utilizada, lo que podría ser maximizado si se sumara la producción de hidrógeno por medio de energías limpias, como paneles solares o molinos eólicos, configurando un circuito «doblemente noble».
Actualmente continúan con el desarrollo del equipo para mejorar la tecnología y aumentar el avance tecnológico en el país. «Tenemos que desarrollar la tecnología necesaria no solo para producir el hidrógeno, sino también para utilizarlo» concluyó el investigador.