El compositor italiano Ennio Morricone falleció ayer a los 93 años en la ciudad de Roma, luego de haber permanecido varios días internado por una fractura en el fémur provocada por una caída. En un comunicado, la familia aseguró que respetarán el sentimiento de humildad que siempre ha inspirado los actos de su existencia”, en relación a la ceremonia del funeral que será estrictamente privada”.
El músico -destacaron- conservó hasta el final la lucidez plena y gran dignidad, saludó a su amada esposa, quien lo acompañó con dedicación en cada momento de su vida humana y profesional y estuvo cerca suyo hasta el último aliento”, agregaron en la misiva. El comunicado fue firmado, además, por su abogado y amigo Giorgio Assumma quien fue el encargado de dar a conocer la noticia desde la puerta de la clínica Campus Bio Médico de la capital italiana.
Luego leyó una carta despedida que había escrito Morricone en los momentos previos a su deceso. Yo, Ennio Morricone, he muerto. Lo anuncio así a todos los amigos que siempre me fueron cercanos y también a esos un poco lejanos que despido con gran afecto”, fueron las palabras con las que el compositor quiso que se conociera su muerte. La intención del escrito era no molestar”, según el escrito de puño y letra del propio Ennio.
En las mismas líneas mencionó al director Giuseppe Tornatore, a otros amigos, a sus hijos, hermanas y a su esposa, María Travia. A ella renuevo el amor extraordinario que nos ha mantenido juntos y que lamento abandonar. A ella es mi más doloroso adiós”, cerró el compositor.
El genial compositor italiano convirtió a las bandas sonoras en un género por sí mismo, caracterizado por amalgamar de manera natural con la imagen pero, a la vez, poder disfrutarse de manera independiente y narrar la historia sin necesidad del soporte visual. Para ello mixturó de manera sutil las influencias tomadas de la música clásica, algunas características de autores contemporáneos y sonoridades ligadas a la tradición popular italiana.
Entre sus cientos de creaciones destacan la que hizo para Nuovo Cinema Paradiso” (1988) de Tornatore, The mission” (1986) o Novecento” (1976), de Bernardo Bertolucci. En 2006 Morricone coronó su potentosa carrera con el Oscar honorífico; y una década después, lo ganó por la banda sonora que creó para el western The Hateful Eight” (2015) de Quentin Tarantino, una composición que le valdría otros reconocimientos como un Globo de Oro o el Bafta de la Academia Británica.