En diciembre de 2020 nació en Córdoba la revista Clarice, editada en papel, en un formato más cercano al libro que a una revista, con poco más de 100 páginas. A esa apuesta quijotesca, había que agregarle un hándicap más: la revista publica solamente ficción, poniendo énfasis en el cuento y en lo contemporáneo. Al día de hoy, septiembre de 2023, ya son 5 los números de Clarice, y el contenido de sus publicaciones nos sorprende publicación tras publicación.
Su último número, titulado Otras Muertes, está centrado en la narrativa breve de Sergio A. Iturbe, que trabaja como editor, traductor y corrector, y ha venido publicando sus cuentos en diferentes antologías y medios.
El contenido está compuesto de 23 relatos breves y una traducción de Iturbe de un cuento de Chuck Palahniuk, que si bien está ubicada al final del libro, es con lo que me gustaría comenzar: Zombie (ese es el título del relato) es un texto de humor negro, un tanto pesimista, que se ubica en un futuro no tan lejano y que no escatima en escenas fuertes y poco consideradas con la sensibilidad del lector. Estas características del relato de Palahniuk son las mismas que encontraremos a lo largo de los 23 cuentos de Sergio Iturbe. Zombie resulta ser, entonces, una feliz elección para cerrar Otras Muertes.
Ahora sí, es hora de adentrarse en el mundo de sombras que nos propone Iturbe. En algunos relatos (Brisa, El sueño de los justos, El diario de Nina) el mal invade el universo infantil. Ya sea por las tendencias criminales de sus jóvenes protagonistas, o por medio de un feroz perro asesino, asistimos al derrumbe sangriento de la inocencia. Son cuentos donde lo siniestro aflora, donde se pueden reconocer miedos y situaciones propios de la infancia.
En algunos cuentos, principalmente en La conmoción de los cerdos, Policial y El libro, la ficción se entremezcla con lo que sería la voz del autor en su rol de escritor. Una manera lúdica de presentar algo así como una reflexión del oficio, y a la vez de interpelar directamente al lector. En estos relatos se advierte la ductilidad de Iturbe para moverse en diferentes géneros y registros.
Y ya que se explora la cuestión de los géneros literarios, en Otras Muertes nos encontramos con Rotech X5 y Memorándum, dos relatos que se inscriben en el amplio universo del Sci-fi, más específicamente en la línea de la “distopía”, que está de moda escribir y publicar, pero que al lector exigente no puede más que causarle hastío. En el caso de estos dos cuentos, la brevedad y lo ajustado de su argumento juegan a su favor, e instalarse, como lector, en el mundo que proponen no atentan contra el disfrute de la lectura.
Hay cinco relatos que destacan del resto, por la profundidad de sus personajes, por la brutalidad de las formas y de los temas. Estos relatos son: La morgue, Kornilova, La primera te la regalan, Eva y Parkinson. En La morgue la temática es brutal (es mejor no revelar nada del argumento) y se resignifica por la forma sutil en que está narrado. Kornilova se desarrolla en Rusia, y en ese universo dostovieskano no se escatima en detalles que hacen a la violencia y a la locura. El final del cuento es de los más potentes del libro. La primera te la regalan expone una situación entre divertida y oscura, que termina resultando en una reescritura del mito urbano sobre el tráfico de órganos. No apto para estómagos sensibles. Como tampoco lo es Parkinson, donde se entrecruza la enfermedad, la decadencia del cuerpo y un erotismo malsano. Eva, por su parte, da una vuelta de tuerca al visitado tema del robo del cadáver de Eva Perón.
El absurdo también tiene lugar en este compilado de cuentos. El crimen, Cómo me hice linyera, La guerra y la muerte y La confesión podrían ser exponentes de la forma de Sergio Iturbe para trabajarlo. Cómo me hice linyera lo hace mediante el humor, El crimen mediante el drama, La confesión mediante la violencia.
Cabe destacar la ilustración de la portada. Nos enteramos en el prólogo, escrito por el Secretario de Redacción de la revista, Cézary Novek, que la ilustración es obra inédita del artista Santiago Caruso, y que pertenece al corpus de trabajos que realizó para La condesa sangrienta de Alejandra Pizarnik.
En el prólogo también se nos cuenta que los textos no están ordenados en forma cronológica, sino que el índice fue pensado “más como si fuera un disco que un libro”. Esa decisión resulta un acierto, ya que le aporta a la lectura un grado de frescura y novedad cuento tras cuento.
El mundo literario de Sergio Iturbe se nos presenta con Otras Muertes como un lugar con muchas sombras, violencia y humor negro. Sin dosis de corrección política y con una prosa evidentemente trabajada, estos relatos son una excelente carta de presentación para el nuevo lector de sus ficciones.