El jefe de misión de deportistas argentinos en los últimos Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016, Diego Gusmán, presentó ayer su «renuncia indeclinable» a su cargo en el Comité Olímpico Argentino (COA), luego del repudio que la Secretaria de Deportes de la Nación, Inés Arrondo, expuso por su comportamiento reinvindicatorio de la Dictadura Cívico Militar.
En una reunión de Consejo de COA, Gusmán «tomó la palabra y presentó su renuncia ante el tono que tomó la situación», contó una fuente del organismo. El ahora renunciante funcionario había cuestionado, además, «las políticas de Derechos Humanos impulsadas en los gobiernos democráticos», según reza un comunicado difundido por la propia Secretaría de Deportes. «Todos sabemos lo que nos costó a los argentinos recuperar la democracia y consolidarla durante estos años, por lo que con profunda tristeza no puedo más que indignarme y rechazar que una persona que forma parte del Comité Olímpico Argentino (COA), nada menos que como jefe de misión de deportistas, nos agravie con una versión distorsionada de la historia», dijo Arrondo.
La funcionaria resaltó que Gusmán reinvindicó «hechos que fueron condenados por la sociedad y la Justicia», agregó. Arrondo le solicitó también al presidente de la entidad, Gerardo Werthein, que «tome las medidas pertinentes en defensa del propio organismo». «En el deporte y en todas las instituciones deportivas se mantienen vivas las políticas de Memoria, Verdad y Justicia para que Nunca Más haya terrorismo de Estado en la Argentina», completó.
El propio Werthein, en su cuenta de la red social twitter, también emitió un claro repudio hacia la conducta de Gusmán, destacando que «en el COA que me toca presidir no hay espacio para quienes reinvindiquen como héroes a condenados por la Justicia por crímenes de lesa humanidad. La diversidad de opiniones no incluye tolerancia para este tipo de expresiones inaceptables», consideró. Gusmán se había desempeñado también como jefe de misión de los deportistas en Londres 2012.