La vuelta de Franco Colapinto a la Fórmula 1 este fin de semana en el Gran Premio de Emilia-Romaña no contará con la figura de Flavio Briatore como jefe de equipo de Alpine, pese a que el italiano es quien comanda en la sombra los destinos de la escudería.
La razón es clara: Briatore no posee licencia FIA, y por lo tanto no puede ser registrado oficialmente como team principal ni ejercer autoridad directa en el circuito.
Briatore, polémico y siempre vigente, regresó a la estructura de Alpine como asesor ejecutivo y tras la repentina salida de Oliver Oakes, quien renunció el 6 de mayo pasado por “motivos personales”, en medio de versiones que vinculan su alejamiento con el arresto de su hermano en Reino Unido, fue nombrado jefe de equipo.
Desde entonces, el italiano asumió un rol preponderante en la estrategia y las decisiones, pero su papel se limita a lo administrativo y externo, sin presencia reglamentaria en el pit lane.
En reemplazo operativo, Alpine designó como “persona responsable dedicada” a Dave Greenwood, quien estará a cargo del equipo durante todo el fin de semana en Imola. Greenwood, con paso por Renault, Ferrari y United Autosports, y una carrera que incluye títulos y experiencia en Le Mans y el WEC, será quien oficie de team principal de facto durante el debut de Colapinto como piloto titular de Alpine.
El ascenso de Greenwood se produce en un contexto cargado para Alpine y en ese escenario, la figura del argentino Franco Colapinto aporta aire fresco y expectativa deportiva, aunque el entorno que lo rodea dista de ser el más estable.
En Imola, no tendrá a Briatore al frente, pero sí a un director de vasta experiencia como Greenwood, encargado de pilotear al equipo desde el muro mientras el verdadero jefe sigue operando, por ahora, en las sombras.