En su mayoría, los fanáticos eran los mismos que anoche se manifestaron en la puerta del hotel Jassim Tower, donde se aloja parte de la delegación de dirigentes de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
Las consignas de sus carteles fueron claras y concisas: «AFA larga las entradas», «¡Chiqui Tapia, por favor, queremos entrar!», «AFA danos los tickets».
Los hinchas exigen que se resuelva la situación de quienes no disponen localidades para asistir al partido con Francia en el Estadio Lusail, cuya capacidad es de 88.966 espectadores, y no están dispuestos a pagar los exorbitantes precios de la reventa.
El «banderazo» del jueves finalizó con una promesa de parte de un allegado de la AFA de atender la situación y la entrega de un listado para que se asignara un boleto por número de pasaporte surgido de un remanente que será destinado por la FIFA.
Sin embargo, ese lote de entradas será comercializado a través de la plataforma de la entidad rectora del fútbol mundial, indicaron voceros oficiales.
Para la final del domingo en Lusail, los valores dispuestos por la FIFA fueron 1.625 dólares (categoría 1), 1.013 (categoría 2) y 611 (categoría 3).
Los precios de la reventa, a 48 horas del partido, se iniciaron en los 4.500 dólares para las entradas de menor categoría.
En algunos casos, se piden hasta 15.000 dólares, contaron argentinos que buscan tickets para alentar a la Selección en el último partido mundialista de Lionel Messi.