El plantel completo de fútbol femenino del club Argentino de Rosario comunicó su decisión de dejar de representar al club en la Primera B de la AFA, debido a lo que consideran un destrato por parte de la dirigencia.
«Hemos trabajado durante dos años y medio como verdaderas profesionales, independientemente de no percibir un sueldo, y hemos dejado al club en lo más alto, peleando dos finales de campeonatos y ascensos, generando reconocimiento para la institución en el fútbol femenino de la ciudad y el país», argumentaron.
Al respecto, las futbolistas detallaron que desde el club no les abonaron viáticos, que las hicieron ir a buscar sponsors por su cuenta, que debieron organizar rifas, confeccionar su indumentaria y hasta alquilar por su cuenta un predio para poder entrenarse. «Lo que hicieron los dirigentes no se entiende porque van a perder los puntos de los próximos dos partidos cuando el equipo está muy cerca de la punta», advirtieron.
Asimismo, sostuvieron que «nada de esto le pasa al plantel masculino del club. Estamos convencidas de que jamás se les pedirá algo así. Esta muestra de abuso de poder solo se da con nosotras».
El torneo actual es el tercero en el que el equipo compite por el ascenso. Las jugadoras fueron convocadas en 2021 a partir de la inversión de un empresario. En los dos torneos anteriores llegaron a la instancia final muy cerca del objetivo.
Este año, la retirada del inversionista recortó los recursos al equipo. Según señalaron al diario El Ciudadano, desde el club les prometieron el mismo acompañamiento que al masculino pero, por el contrario, dejaron de financiar el cuerpo técnico y la situación empeoró con el transcurso de los meses.
“Cada vez había más recortes. Nos pagábamos la cancha para entrenar porque nos limitaron los días de uso de la cancha del estadio y nos daban un polideportivo sin luz, con pozos, donde varias compañeras terminaron lesionadas. Nos hicimos conjuntos de ropa, vendimos rifas, pizzas y gestionamos subsidios. Todo por nuestra cuenta, además de las 3 horas de entrenamiento diario, los trabajos y familias”, contó a El Ciudadano María Paula Maragliano, arquera del equipo.
El detonante del malestar se generó hace un mes, cuando dos jugadoras se reunieron con representantes del club, quienes les pidieron que se encargaran ellas de buscar sponsors. “Les dieron folletos y les dijeron que salgan a promocionarse con empresas, dos horas por día, tres veces por semana, sin entender que estamos peleando por llegar a la primera división. Una propuesta muy lejana a la intención de profesionalismo”, agregó.
Por su parte, desde el club respondieron al comunicado de las jugadoras y se desligaron de las acusaciones. «Lamentamos informar que un grupo de jugadores abandonaron la competencia en el torneo de AFA por estar en desacuerdo con el cambio del cuerpo técnico», indicaron.
«No compartimos ni avalamos lo comunicado por dichas jugadoras, conteniendo dichos que no se ajustan a los hechos», para luego destacar el sacrificio económico del club y los esfuerzos para fomentar el fútbol femenino.
En este sentido, la dirigencia destacó que «desde hace mucho tiempo» impulsan el fútbol femenino y que cuentan con «más de 150 jugadoras federadas» que compiten en distintas categorías.