La Fórmula 1 vive días de polémica como consecuencia del límite presupuestario impuesto por la FIA. Esa polémica se vio agitada por lo que fueron las contundentes declaraciones desde Ferrari y Mercedes Benz, además de la tajante definición de Christian Horner, jefe de equipo de Red Bull, quien aseguró que de no alzarse el límite «siete equipos probablemente se pierdan las últimas cuatro carreras del año».
El límite salarial en 2021 fue de 145 millones de dólares por equipo, pero la FIA decidió rebajarlo a 140 millones en 2022, con el objeto de achicar las brechas entre equipos. Inmediatamente, varios jefes de equipo objetaron la medida. «No habrá manera de que nos mantengamos por debajo del límite. En algún momento, lo superaremos», supo decir Mattia Binotto, responsable de Ferrari.
El Director de Ingeniería de Mercedes Benz, Andrew Shovlin, sostuvo que el jefe de equipo de la escudería alemana, Toto Wolff, está en sintonía con su par de Maranello: «Teníamos un plan que nos mantenía en el presupuesto y trabajando debajo del límite, como todos. Pero los costos, como los de transporte, se multiplicaron. Los efectos de la inflación han hecho que todo sea inconmensurable».
Fue allí cuando llegaron las declaraciones de Horner a la BBC, que sacudieron al mundo de la F1: «Los costos de energía, costos de vida, todo está creciendo exponencialmente y la F1 no es la excepción. El transporte se ha cuadruplicado y está fuera de nuestro control. A este ritmo, siete equipos probablemente deberán perderse las últimas cuatro carreras del año. No se trata solo de los equipos grandes. Se trata también de los equipos del medio que realmente están luchando contra la inflación».
Existen rumores que indican que la postura de Red Bull se debería a que ya habrían gastado dos tercios de su presupuesto total en el intento por no perderle el paso a Ferrari, escudería que arrancó el año de manera arrasadora pero que ahora está en plena competencia con los austríacos por el liderazgo tanto del campeonato de pilotos como el de constructores.