Si bien la divisa ya había cruzado este límite el último lunes, no se había llegado a «formar mercado» y rápidamente se volvió a ubicar dentro de la zona de no intervención, evitando la compra de dólares por parte del Central.
Sin embargo, este jueves el fenómeno se dio con mucha más vehemencia al cotizar a $37,30 en el segmento mayorista y ubicarse hasta seis centavos por debajo del piso inferior.
En consecuencia, Sandleris convocó a una inminente subasta que resultó insuficiente y no logró traccionar la divisa nuevamente hacia el centro de la banda. Es por eso que se espera un próximo llamado antes del cierre del mercado, donde está autorizado a comprar hasta 30 millones adicionales de la moneda estadounidense.
La mayoría de los analistas considera que esta operación constituye un grave error por parte de la máxima autoridad monetaria, que debería evitar una expansión en pesos. Es que de acuerdo a la meta del programa monetario de enero, el Central no necesita contraer más la base, pero tampoco tiene mucho margen para expandirla.
Por el contrario, los especialistas sostienen que ante esta situación hay margen para bajar la tasa y que eso lleve la cotización hacia arriba. «Prefiero que el Central relaje vía baja de encaje no remunerado para aceitar la baja de Leliq y potencial la capacidad prestable de los bancos», subrayó Federico Furiase, director de Eco Go.
No obstante, el límite es muy fino y ante una baja abrupta de tasas -como ya se observó en otras oportunidades- la divisa podría dispararse más allá de lo buscado, provocando nuevas tensiones inflacionarias.
Lejos de lo que esperaba el Gobierno, las mismas dejaron de transitar un sendero a la baja, lo que quedó demostrado en el las últimas expectativas del REM, que estimaron una variación cercana al 30% para el 2019.