El dólar se disparó ayer por encima de los $45 en algunas entidades financieras y marcó un nuevo récord al cerrar a $44,92 para la venta frente a una firme demanda de divisas, a pesar de que el Banco Central volvió a elevar la tasa de Leliq. Según un promedio publicado por la autoridad monetaria, el billete finalizó en la víspera a $42,94 para la punta compradora y a $44,92 para la vendedora. Así, trepó $1,25 respecto del martes; mientras que a lo largo del mes acumuló un avance de $4,78, es decir, un 11,92%.
En el Banco Nación, la moneda norteamericana terminó a $44,90, al tiempo que la cotización más elevada se dio en los mostradores del banco ICBC al operar a $45,15, seguido por Banco Supervielle a $45,10. El organismo que conduce Guido Sandleris concretó, como es habitual, dos licitaciones de Leliq. En la primera, por la mañana, el monto adjudicado fue de $105.251 millones a una tasa máxima adjudicada de 68,4999%. Durante la segunda subasta, adjudicó $96.195 millones con un retorno máximo de 68,499%. El volumen negociado en el segmento de contado fue elevado al llegar a US$ 851.989 millones.
La de ayer fue la octava suba consecutiva. El mercado está viendo con nerviosismo las pobres estimaciones de crecimiento de las principales economías a nivel global como China, Estados Unidos, Alemania y el Reino Unido. A su vez, en la región se empieza a poner en duda el supuesto dinamismo que iba a tener Brasil, donde el enfrentamiento de Bolsonaro con el Congreso hace prever que la nueva administración tendrá serias dificultades para instalar su agenda de “reformas estructurales”. Sin embargo, el peso argentino vuelve a encabezar el ranking de las monedas más devaluadas con un 3,04%, prácticamente el doble que Brasil a pesar de que el presidente Mauricio Macri sostuvo ayer que la moneda local se había devaluado lo mismo que el real.
Macri defendió la política monetaria
El nerviosismo que causó esta nueva disparada de la moneda estadounidense, obligó al propio presidente Mauricio Macri a referirse al tema. Desde Córdoba, el mandatario presentó a la escalada como un fenómeno exclusivamente global: “El dólar sube en todas partes, hay cosas que pasan que tienen que ver con el mundo. Hoy tenemos una política monetaria seria, producimos casi la misma cantidad de dólares que necesitamos. Si el mundo se devalúa frente al dólar no quiere decir que, porque estemos más sólidos, no nos vamos a devaluar. Es la primera vez en décadas que la Argentina entró a una crisis con unas reglas y salió con las mismas”.