La Cámara de Diputados de la Nación aprobó, en la sesión especial que se realizó el miércoles pasado, la llamada ley de góndolas. La iniciativa regula la competencia de marcas en las estanterías de los supermercados para terminar con las prácticas monopólicas que perjudican a los consumidores.
De esta manera, tras ser aprobada en la Cámara Baja con 182 votos positivos y 17 abstenciones (la gran mayoría perteneciente al bloque oficialista), la iniciativa fue girada al Senado de la Nación. Cabe recordar que al recinto llegaron dos dictámenes: uno más flexible del oficialismo y otro más severo, perteneciente a la oposición. Finalmente, primó el segundo.
La norma aprobada dispone que en góndolas y locaciones virtuales haya un 30% de tope de espacio disponible por marca. Además, establece que los supermercados deben ofrecer un mínimo de cinco proveedores de un mismo producto por góndola. En tanto, exige que en góndolas y locaciones virtuales se reserve un 25% del espacio disponible para productos elaborados por micros y pequeñas empresas nacionales.
Por otro lado, dispone que, en las islas de exhibición y exhibidores contiguos a las cajas, estén presentes, en un 50% del espacio, productos elaborados por pequeñas y medianas empresas (pymes). A su vez, establece la prohibición del alquiler de espacios preferenciales en góndolas o locaciones virtuales, al considerarse ésta una “exclusión anticompetitiva”.
También fija que los productos de menor valor no puedan ser ubicados en sectores de escasa visibilidad sino colocados a “una altura equidistante entre el primer y último estante” de la góndola. Finalmente, fija que, en locaciones virtuales, los productos de menor valor figuren primeros.
Durante la sesión, la diputada del Frente Renovador, Marcela Passo, quien actuó como miembro informante de la oposición, sostuvo que el propósito de la norma es “reducir las distorsiones” que existen en las ventas minoristas producto de la falta de competencia, para así combatir la “elevada concentración de la oferta”, principalmente de alimentos. Por su parte, la diputada de la Coalición Cívica-ARI, Elisa Carrió, dijo que la iniciativa busca “preservar a los productores y a los consumidores, que son los que se funden”, mientras que “los gobiernos arreglan con los dueños de los supermercados”.
La media sanción del proyecto de Diputados suscitó reacciones a favor y en contra. Por un lado, fue cuestionado por diversos economistas y por las grandes cadenas supermercadistas. No obstante, para entidades vinculadas a los consumidores se trata de una gran iniciativa.
Aseguran que la iniciativa traerá problemas
Representantes de las empresas proveedoras y supermercadistas alertaron ayer, tras la media sanción de Diputados, que si el proyecto se aprueba definitivamente (falta el Senado), generará un efecto contrario al que pretende: subirá costos, precios y producirá despidos de personal. De momento, los equipos técnicos de la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal) y de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) trabajan en la elaboración de informes para detallar los problemas que traería la norma para el sector. Además, se avanza en una posible vía judicial.
Sin embargo, la titular de la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios de la Argentina (Adecua), Sandra González, explicó que la ley “pone reglas de juego en cada góndola en el supermercado” y que, de aprobarse, todos los productos “van a tener lugar”. En este marco, dijo que, en la actualidad, “las marcas líderes están en los mejores sitios, algo que no sucede con las empresas más pequeñas”.