A tan sólo tres días de que venza la tercera postergación del plazo de negociaciones para el canje de bonos, el presidente Alberto Fernández confirmó ayer que el gobierno nacional se encuentra alistando una nueva propuesta para intentar llegar al tan ansiado acuerdo con los acreedores. La misma sería presentada entre mañana y el viernes ante la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) por lo que no se descarta que vaya a producirse una nueva postergación del período de diálogo.
Nosotros hicimos una oferta de buena fe y los acreedores la rechazaron, dijeron que era muy baja, nos explicaron los motivos y nosotros reconsideramos nuestra oferta y vamos a hacer una nueva contraoferta tratando de acercarnos”, indicó el jefe de Gobierno en diálogo con Radio Con Vos. En esta ocasión, el máximo mandatario nacional hizo referencia también a la dilatación que sufrieron en los últimos días dichas conversaciones y afirmó que hay advertencias a los acreedores de que están tirando de la cuerda más de lo debido”.
Ha habido en el mundo muchas declaraciones que le advirtieron a los acreedores que están tirando de la cuerda más de lo debido”, señaló el funcionario y mostró su confianza de que se pueda llegar a un acuerdo”. En este sentido, Fernández reiteró que no negociará un entendimiento que sea un problema futuro para la Argentina y que otra vez a esa deuda la tengan que pagar los que trabajan, los que viven de un salario, los jubilados”. No voy a hacer eso y, aunque parezca testarudo, crean que soy muy responsable”, sentenció.
Por último, el Presidente rechazó que su administración esté pensando en una devaluación tras la renegociación. No la estamos pensando, yo no descarto nada porque la economía es dinámica, lo que digo es que no es nuestro propósito devaluar nada; nuestro propósito es que los números se ordenen”, aseveró.
La diferencia equivale a 4.234 hospitales
En busca de graficar la brecha existente entre la oferta del gobierno nacional y las presentadas por los bonistas, el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) publicó un informe en el que tradujo esas cifras en proyectos concretos. La Undav remarcó que la diferencia actual radicaría en siete centavos por cada dólar de deuda a reestructurar”, y agregó que en términos numéricos, es aproximadamente de entre US$ 4.500 y US$ 8.000 millones”.
Con esa brecha se podrían construir entre 2.382 y 4.234 hospitales modulares de emergencia, los recientemente inaugurados que se construyeron durante la emergencia sanitaria actual por la pandemia de la Covid-19”, destacó el estudio. Asimismo, otra alternativa que permitiría este dinero sería financiar por seis meses más el Ingreso Familiar de Emergencia.