Las ventas minoristas de los comercios pymes de la provincia finalizaron el mes pasado con una caída del 16,8% frente a igual período del año anterior, de acuerdo con los datos relevados por la Federación Comercial de Córdoba (Fedecom), y sus cámaras y centros comerciales adheridos. Al respecto, la entidad recordó que en agosto de 2019, respecto del mismo mes de 2018, las ventas ya habían disminuido un 14,2%. De este modo, con el dato de agosto incluido, suman 30 los meses de disminución consecutiva en las ventas minoristas.
La caída registrada en las ventas para el Día del Niño nos dio una primera muestra de lo que iba a resultar siendo agosto”, explicó el presidente de Fedecom, Ezequiel Cerezo, al recordar la baja -medida en unidades- de 18,2% en relación a igual celebración del año anterior. La situación no mejora y la incertidumbre, tanto en materia económica como de salud, debido a la emergencia sanitaria, mantienen en vilo a las familias que se muestran cautas a la hora de consumir”, agregó.
En efecto, los rubros que menos han bajado son aquellos que, o tienen que ver con productos esenciales como alimentos o medicamentos, o –en agosto- los artículos de recreación que fueron de los más requeridos para el Día del Niño. El poder adquisitivo sigue deprimido y la gente sigue postergando gastos. La reactivación está lejos de producirse si no se la incentiva”, añadió Cerezo. De los 12 rubros relevados por la entidad, diez alcanzaron valores negativos y dos positivos en la comparación interanual respecto a las cantidades vendidas.
Por su parte, el parate derivado del Covid-19 cayó como un mazazo sobre la economía y en particular sobre las galerías. Según un relevamiento de la Cámara de Comercio de Córdoba (CCC), en julio último el porcentaje promedio de vacancia fue del 25% en el microcentro, pero dentro de los paseos trepó al 35%. Hace un año, la desocupación en las galerías era del 18%, también por encima de los comercios del exterior. Propietarios, administradores y comerciantes coinciden: aunque las situaciones de estos espacios varían mucho según su ubicación y características, este modelo que contribuyó a la gloria” del Centro desde su irrupción, en la década de 1980, comenzó a crujir hace un buen tiempo. Y la pandemia aceleró el proceso, que obedece a un cóctel de motivos económicos, urbanos y culturales.